CAPITULO 11

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El rubio se despertó tarde con el ruido de su celular. Refunfuñando lo tomo y recibió quejas de Yakov preguntando dónde es que estaba en vez de en la pista entrenando como debía estar hace más de una hora.

Miró el reloj. Eran casi las 2 de la tarde. No podía creer que durmió tanto, aunque estaba agotado emocionalmente se ducho y preparo todo para ir a entrenar. Al salir del cuarto pudo sentir que alguno de sus compañeros de casa había echado excesivo perfume de ambiente, arrugó la nariz y siguió su camino. Bajando la escalera escucho ruido de voces en la cocina y al llegar a la puerta vio que eran nada más y nada menos su mejor amigo con el japonés del que está enamorado, ambos sonriéndose tranquilos.

El beta estaba terminando de comer su almuerzo, el Omega simplemente tenía una ensalada y un vaso de jugo exprimido que parecía recién puesto en la mesa.
Cuando lo vieron entrar le sonrieron, Otabek vio la hora y dijo que se tenía que ir a entrenar o llegaría tarde, no como otros. Los morochos se sonrieron por el comentario.

- Lo dice el que seguro se fue con un alfa y por eso lleno de perfume la casa - el tono era en burla, pero la cara de pocos amigos decía lo contrario.

Yuuri se puso un tanto nervioso y para cambiar de tema habló.

- Yurio, tendrías que comer o Yakov no va a terminar con sus llamadas. Te pasaré a buscar a la salida del entrenamiento, me dijo que tenía que hablar con ambos.

El alfa asintió y, aprovechando la distracción, Beka saludo al japonés poniéndole una mano en la cabeza y despeinandolo. Y lo más asombroso para el rubio es que no había habido reacción por parte del mayor por el tacto.

- ¡Oi! ¿No era que cuando Beka te tocó lo rechazaste? - ambos morochos lo vieron sorprendidos más por el grito de sorpresa que por la pregunta. Se vieron y el primero en hablar fue Yuuri.

- Eso pasó los otros días, pero hoy cuando me desperté y no pude aún ponerme la crema le pedí ayuda al único despierto. - lo señaló con su pulgar con la mano que no tenía el tenedor con ensalada - no sabemos bien el porque del cambio, pero Beka cree que es porque estoy mejorando.

- Si, por eso también hago esto, es para comprobarlo. Nos vemos. - Otabek tomo su casco y salió por la puerta tan rápido como pudo antes de que su amigo le agarre un ataque de celos. No que fuera un cobarde, pero Katsuki estaba bien por ahora, debería dejarlo así el mayor tiempo posible.

Yuri se sentó con un sándwich y un jugo a almorzar al lado de yuuri, mientras con una de esas sonrisas sinceras, que el mayor pocas veces le ve, le dijo que estaba feliz por la mejoría.

- Aunque tendrás que ir al médico antes del viaje - hablaba mientras comía sin importarle que todo lo que tenía dentro de la boca pudiera verse o caerse de forma horrible. Después de tragar hizo una expresión como si acabara de recordar algo- ¿¡le dijiste a Beka sobre el viaje!?

- No, creo que es algo que tendrías que decirle tú, eres con quién vive. - Yurio se sintió un niño siendo observado por su padre cuando les da consejo de vida.

- Tienes razón... - se rasco la nuca mientras daba otro mordisco - oye... ¿Crees que habrá mucho problema en que le diga a mi abuelo que vaya a hospedarse a Yutopia? No quiero que se quede solo y allí lo tendría cerca, las aguas seguro le harán bien a su espalda y..- la suave risa del japonés lo interrumpió.

- No tienes que pedirme permiso Yurio, es tú abuelo, es más que bienvenido a las aguas termales. Y si tú estás más tranquilo por eso, mejor. Aunque tendrías que decirle a Yakov. - el menor le sonrió y asintió terminando de comer. Saludo a Yuuri y a Makkachin y salió corriendo a la pista.

  ᴥᴥ  

El día fue tranquilo. Yuuri llevó a su familia a recorrer los alrededores después de almorzar, y merendar o en un café de ambiente familiar y con poca gente.

El Omega se sentía desprotegido fuera de la casa, pero no quería que su familia piense que no podía hacer nada sin ellos. Tomo coraje y se aferró a lo que el kazajo le dijo, ser Omega no lo define y todo lo que logró fue simplemente por ser Yuuri. Aunque mental y emocionalmente estaba agotado y estresado, nunca lo demostró y la tarde junto a su familia fue muy agradable. Además de que los calmantes y medicamentos lo ayudaban.

A las 7 fue rumbo a la pista para encontrarse con Yakov y Yuri. Hacía días que no iba, se sentía raro estar ahí después de todo lo sucedido. Una especie de nostalgia lo invadió al entrar, intento calmarse cerrando los ojos y dando respiraciones profundas.

Un toque en el hombro lo sobresalto. Se giró inmediatamente para ver quién era, aunque lo supuso al no haber sentido electricidad por el toque al ser un lugar lleno de alfas.

- Cerdo - el ruso menor parecía agotado aunque satisfecho. Se notaba que Yakov se había desquitado por haber llegado tarde. En su interior sintió compasión por su rival de pistas.

- ¡Yuri! ¡Katsuki! ¡Vengan! - en el piso superior se pudo ver a Yakov que les gritaba junto a un señor vestido muy formal.

Subieron a la oficina de Yakov, que se encontraba en el primer piso, y vieron a los dos señores ya sentados con café en la mano y documentos que parecían importantes en la mesa, con sobres y sellos de los cuales ninguno tenía idea.

El señor de traje se paró y les extendió la mano en forma de saludo. El menor lo saludo bien, Yuuri dudo, ante esto el extraño guardo su mano y , con una sonrisa, se inclinó a modo de saludo. El japonés lo imitó y ambos Yuris se sentaron.

- Soy el señor Lirbakova, representante del seguro de vida y bienes del señor Víctor Nikiforov. Y los cité a los tres presentes para empezar a hablar sobre su testamento - levanto el sobre marrón más grueso y lo abrió ante la mirada de asombro de los menores presentes.

ᴥᴥ   

OTRO CAPITULO CORTO. PERO VAMOS AVANZANDO! QUEDA POCO PARA EMPEZAR A SALTEAR MAS LOS DIAS Y QUE NO SEA TODO UN CONTINUO LINEAL EN LA HISTORIA.

GRACIAS POR LEER!

COMO SIEMPRE, SI VEN ALGO MAL ESCRITO O REDACTADO NO DUDEN EN DECIRME. MUCHAS GRACIAS!

DESPUES DE ÉL [YUYUU - #DavaiAwards]Where stories live. Discover now