CAPITULO 14

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Cuando llegaron al hospital el rubio pregunto ansioso por la habitación de su amigo, fue a toda velocidad, preocupado por el estado del beta. Pero cuando llegó al pasillo, lo que menos esperaba ver en la silla de espera en frente a la puerta era a ese sujeto, con dos cascos en la mano  y una mirada de preocupación fija en la puerta, como si pudiera ver para adentro lo que pasaba con Otabek. Yurio se le acerco, si él llegaba a tener algo que ver en el accidente juraba por cualquier Dios que se cruzara que iba a molerlo a golpes, al menos ahora tendría una excusa válida.

- ¿¡Que haces tú aquí!? -

El aludido apartó un segundo la vista de la puerta y lo miro entre asombrado, preocupado y divertido por la actitud del rubio.

- Gatito...

Yuuri se puso en estado de alerta para intentar  parar al menor en caso de ser necesario. Con un par de zancadas más, el rubio se posiciono en frente al sujeto en la silla de la sala de espera.

-Jean Jacques Leroy – lo apunto con un dedo, dejando salir sus feromonas marcando territorio – juro que si tienes que ver en algo con el accidente, tú vas a terminar internado.

JJ solo se tapo la nariz y lo miro calmado, sonriendo con lo que Yuri interpreto como suficiencia  – cálmate gatito, o vas a apestar a todos.

El comentario no hizo más que enojar al ruso quien gruño molesto, pero paró al sentir una mano en su hombro, sabiendo que era del omega. Giró la cabeza y lo vió negando, como un reto silencioso. El menor chasqueo la lengua y se sentó al lado de Jean, con el seño fruncido y piernas y brazos cruzados. El japonés suspiro y luego miró al canadiense.

- Leroy, ¿sabes que es lo que sucedió?

El aludido giro la vista y la sonrisa que antes portaba se borró de su rostro, junto las manos sobre sus piernas y dio un suspiro pesado, dejando salir todo el aire de sus pulmones. Si lo veía bien, tenia ojeras, estaba despeinado y parecía sudado.

- Estábamos volviendo de una salida - La incorporación un poco bruta de Yurio lo sobresaltó un poco – realmente no tomamos nada, simplemente nos juntamos a charlar, ambos saben que muchas cosas estuvieron pasando estas semanas, Ota solo necesitaba una oreja que lo escuchara.

-¿Ota?- el ruso menor repitió el apodo con cara de asco y tono de desprecio. Comentario ignorado por los otros dos presentes.

-Luego de comer algo y charlar salimos en las motos a pasear, cuando ya estábamos regresando fue que un grupo de chicos un poco tomados empezaron a cruzar mal la avenida... - la voz del canadiense empezó a temblar un poco - Ota intentando esquivarlos provocó que la moto derrape y choque contra el cordón de la vereda, tirándolo finalmente. – las manos de Jean temblaban, cerró los ojos y dio respiro profundamente antes de continuar - Frené lo más rápido que pude y me acerqué, cuando vi que sangraba y se estaba quedando inconsciente llame al 911 desesperado... yo.. –  El ojiazul no pudo retener más su angustia y se bajando la cabeza se tapo la cara con sus manos y se largo a llorar.

Yurio estaba estupefacto y viéndolo como si estuviera viendo un alien, aunque ahora tenía ganas de encontrarse con ese grupo de ebrios para hospitalizarlos. Yuuri por otro lado lo veía preocupado.

-Voy por un poco de café y un té  así toman – Dicho esto, el japonés no espero por una respuesta y simplemente se fue rumbo al comedor del hospital.

El rubio no sabía qué hacer, era malo cuando se trataba de gente llorando; Además de todo consolar al autoproclamado rey no estaba en su cabeza como una posibilidad. Trató de hacer lo único que era capaz de hacer en un momento así, largar feromonas para que el alfa al lado suyo se calme. Luego de unos segundos se escucho una risa ahogada, esto hizo que los ojos verdes se fijaran en su compañero.

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⏰ Last updated: Feb 16, 2018 ⏰

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DESPUES DE ÉL [YUYUU - #DavaiAwards]Where stories live. Discover now