Estado postraumático.

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Dos semanas después del incidente, Tetsuya se encontraba mejor físicamente. Los hematomas de su cuerpo poco a poco desaparecían y la inflamación de su ojo también disminuyó considerablemente. Sus doctores le dieron permiso para irse a casa con la estricta condición de mantenerse en cama hasta que su cuerpo sane completamente. Posiblemente tardaría meses, pero era sumamente necesario si quería tener movilidad al cien por ciento.

Levi se preocupó de ir a visitarlo todos los días al hospital, después de todo la culpa seguía comiéndoselo por dentro sin importar qué. Sus propias ocupaciones como administrar una empresa o locales de drogas y prostitución se los encargó a los demás para tener tiempo con su niño quien no lo soltaba por nada en el mundo. De alguna manera algo incomodaba a Levi, la actitud del peliceleste era un poco extraña o quizás se lo estaba pensando demasiado.

—Muy bien, todo está listo— esbozó una sonrisa. —Como no puedes caminar mucho, te llevaré en brazos, ¿de acuerdo?

El pequeño asintió, acción que el azabache tomó como aprobación para luego tomar al delgado cuerpo ajeno en sus brazos, llevándoselo al auto donde Erd se encontraba esperándolos con una sonrisa tranquilizadora, sin embargo para Kuroko era tan aterradora que su cuerpo empezó a temblar por inercia mientras ejercía presión sobre el azabache.

¿Qué era lo que pasaba con él? Había una sola respuesta, estaba en estado postraumático, pero no era tan simple como eso. Lo cierto es que cuando Tetsuya selló sus emociones para asesinar a aquel hombre, inconscientemente su propia mente bloqueó la mayoría de los recuerdos de su vida pasada como una protección para sí mismo. Ya no era un niño con la esencia de un adolescente de dieciseis años, ahora sólo era un niño de siete años tanto de cuerpo como de mente y tras haber sido abusado sexualmente, le tenía miedo a todos los adultos menos a Levi, de alguna manera se sentía más cómodo y tranquilo con él.

El camino de vuelta a casa fue bastante normal sin mencionar las extrañas acciones del menor, quien se aferraba más al brazo de su benefactor cada vez que cruzaba miradas con Erd. Una vez que entraron, el peliceleste fue llevado rápidamente a la habitación que compartía con el Ackerman mayor.

—No te debes mover demasiado, si quieres ir al baño pídele a Petra que te ayude, recuerda que tus heridas internas no han sanado aún— el menor asintió obedientemente mientras sonreía cual niño inocente.

El día terminó sin incidentes, de hecho fue tan normal que llegaba a asustar. En cuanto a Kuroko, bueno, él era el más feliz de todos ya que Levi se quedó en todo momento con él, incluso lo acompañó con una lectura siendo el azabache el que le leía una historia infantil.

La noche cayó, ambos quedaron profundamente dormidos de una forma bastante vergonzosa. Levi estaba abrazando a Tetsuya, mientras que éste mismo estaba apoyándose en el pecho de su salvador como si fueran una íntima pareja, pero la escena no duró demasiado.

Gritos, sollozos, lamentos, completa desesperación.

Toda la habitación fue inundada por gritos alertando hasta la persona más lejana de la mansión. El azabache despertó de inmediato percatándose que los gritos provenían del menor, incluso se movía bruscamente como si estuviera forcejeando con un ser invisible.

—¡Detente! ¡No quiero!— exclamó entre sueños, estaba teniendo una pesadilla o más bien, revivía los momentos en que estuvo encerrando en aquel sótano. —¡Duele! ¡DUELE MUCHO!— seguía gritando mientras Levi intentaba calmarlo, pero era inútil no despertaba.

—Maldición Tetsuya, despierta...— decía mientras aprisionaba con fuerzas el cuerpo del menor entre sus brazos para detener sus movimientos.

—Levi...— susurró el menor entre sollozos.

La elección de Tetsuya (LeviKuro/AkaKuro) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora