El día donde todo acabaría, donde sus emociones reprimidas por fin tendrían la oportunidad de expresarse y escapar de la oscuridad del abismo en que se encontraba cada vez más profundo, había llegado al fin.
Temprano en la mañana se podía percibir la tensión en el ambiente en la mansión Ackerman. Tanto Levi como sus subordinados estaban equipándose con armas, cuchillos, granadas e incluso los venenos de Hanji en versión gas.
Kuroko y Haizaki también se prepararon. Se supone que Levi no los llevaría por ser demasiado peligroso, más bien, no quería llevar a Tetsuya, pero éste le expresó su inconformidad al respecto y terminó cediendo ante esa mirada ansiosa del peliceleste. A veces se lamentaba ser tan débil ante el chiquillo, se notaba que le gusta o de ninguna forma hubiera aceptado tal petición.
En un par de horas estaban todos listos, poco después llegaron los subordinados propios de cada uno a excepción de Haizaki, ya que por ser nuevo todavía no tenía sus propios lacayos.
Todos abordaron en automóviles, camionetas y hasta camiones donde llevaban a un centenar de subordinados para luchar contra Akashi y su organización. Sin duda iba a correr sangre, pero lo que más esperaba Kuroko era ver el rostro de aquel que alguna vez llamó amigo y capitán. Quería ver como su imperio sería destrozado por Levi, su expresión era lo que más anhelaba ver también.
El trayecto fue largo, ya que Akashi vivía lejos de la ciudad en un terreno enorme donde habitaban él y sus propios subordinados de Rakuzan. La tensión se hacía cada vez más pesada, algunos estaban emocionados por el hecho de que hace tiempo que no se enfrentaban a otras potencias y como son la mafia, les gustaba las peleas, la sangre, los gritos de dolor cuando torturaban a su enemigo. Al menos los Ackerman eran así, estaba repleto de locos, nadie podía negarlo.
Finalmente llegaron.
El comienzo del final estaba sólo a segundos de dar inicio.
El auto que manejaba Erd chocó con la enorme reja que custodiaba la entrada del terreno enemigo. Las puertas se abrieron, todos entraron con sus respectivos autos hasta llegar lo suficientemente cerca de la residencia. Atropellaron a varios guardias, destruyeron el jardín principal del terreno, pero nada eso importaba en este momento, ya que se daba comienzo a la caza.
Las alarmas sonaron dentro de la mansión, tanto Akashi como compañía se preparon en segundos. Todos se dirigieron al frente de la mansión dando inicio a la guerra de disparos.
Los Ackerman usaban los autos para ocultarse e impedir ser asesinados por las balas del enemigo. Los Rakuzan eran igual, se ocultaban entre lo que quedaba del jardín, dentro de la mansión y diversos lugares que sólo ellos conocían a la perfección. Habían indiviuos que eran más osados y se acercaban al enemigo velozmente para matar, lográndolo sin la menor duda, pero perecían en segundos por tan arriesgada táctica.
Ninguno temía a la muerte en éste tipo de trabajo.
Tetsuya no se quedaba atrás. Sus ojos estaban inyectados en intención asesina, tanto que ignoró a aquellos cuerpos que caían a su lado totalmente muertos. Tomó un respiro y sonrió de forma siniestra. Acto seguido salió de su escondite y con una maestría que ni el mismo Levi tenía, logró asesinar a una gran cantidad de enemigos gracias a su nula presencia y a la rápidez con la que actuaba. Ninguna de sus víctimas supieron como murieron, antes de darse cuenta que había muerto sus cabezas estaban agujereadas por una bala practicamente fantasma.
Así fue como Kuroko se hizo un camino por toda la propiedad de su antiguo capitán, deseaba encontrarlo y matarlo él mismo, quería verlo sufrir de forma lenta y despiadada, era todo lo que se merecía por arruinarle la vida, por no recordarlo y ser éste tipo de persona, la que daña a sus amigos. Finalmente llegó a un almacen donde podía escuchar la voz de Akashi, pero no estaba solo. Había otra voz, una que reconocía bastante bien: Levi.
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La elección de Tetsuya (LeviKuro/AkaKuro)
FanfictionExiste un sinfín de mundos paralelos con épocas, situaciones y vidas completamente distintas. El universo y el destino quisieron jugar con estos mundos, así fue como crearon uno para su propia diversión. Además le agregaron cierta peculiaridad: a a...