Capítulo 04

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Corrí al piso de arriba en busca de Nagito, al abrir la puerta estaba ahí, tirado al lado de la cama, pero ésta tenía manchas de sangre, me asusté en ese momento, al acercarme lo vi, inconciente, con los ojos blancos y espuma en la boca, parecía que había colapsado, aparentemente no respiraba y sus brazos estaban llenos de sangre.

No pude con esto, entre el terror y el asombro terrible que empezaba a sentir, comencé a llorar, retrocedía poco a poco, Izuru entró de golpe con Nanami detrás, se le veía asombrado también y eso no era normal.

-Hinata...- se me acercó pero reaccioné bruscamente

Déjame!- gritaba tratando de huír de él y de la realidad, forcejeamos y termine estrellandome contra la ventana con la fuerza suficiente para atravesarla y caer, todo comenzó a ir en camara lenta mientras veía el cielo azul hasta caer sobre un arbusto y perder el conocimiento.

.

Lo recordaba, algo tan horrible como eso no debería ser verdad, ahora lo entendía, trataba de escapar de la verdad y me destrozé, física y emocionalmente, pero, ¿qué había sido de Nagito?

Volví a la escena, la sangre aún dejaba marcas en el suelo bajo la cama, había una bolsita blanca, de esas que solo te dan en las farmacias, no recuerdo que ninguno comprara nada, dentro estaba el recibo de compra: "Ibuprofeno", creo que se trataba de algo para el dolor de cabeza o algo parecido, lo busqué en internet y encontré que habían páginas revisadas en los últimos días, algo estaba pasando.

No quería creer que Nagito estaba enfermo o algo por el estilo, se le veía totalmente sano, además, ¿por qué se cortaría? Aunque Komaeda a veces es "extraño" sigue sin tener sentido, y aún no sabía donde se encontraba.

Esa noche no dormí tranquilo, fue difícil no pensar en él, en su condición y su ubicación, no puede estar muerto, o tal vez si, es entonces cuando las suposiciones atraparon mi mente, los "y si..."

Y si Nagito tomó una sobredosis, y si cometió suicidio, y si era un adicto o algo parecido, y si murió y es por ello que nadie habla de él, y si se ha ido porque me creyó muerto, y si se fue para no volver, y si fue secuestrado y le apuñalaron y torturaron en un callejón oscuro atándolo y masacrándolo...

Todo tan retorcido, todo tan siniestro, cada pensamiento, cada intuición o suposición innecesaria y falsa, todas ellas perturbaron en mi mente aquellos momentos, esos segundos de verdadera desesperación, tal vez me volvía loco, seguramente sigo dormido y estoy imaginando la situación, esa idea me permitió cerrar los ojos para dormir esperando despertar de la pesadilla.

-Hinata-kun- podía escuchar su dulce voz como un susurro, una tierna voz a mi lado -Hinata-kun, despierta- la voz repetía una y otra vez la misma frase.

Para cuando abrí los ojos todo seguía como antes de dormir, la voz se había convertido en Nanami, quien trataba de despertarme, apresurada, con una expresión pálida en el rostro, cono si hubiera visto un cadaver...

-Hinata, despertaste- dijo con la suave voz que siempre ha tenido, a pesar de estar preocupada seguía teniendo la misma voz tranquila

-Si...- bostecé un poco -...¿qué sucede?-

-Debemos volver al hospital- esas palabras significaban una sola cosa

-¡Ah!- espantado me propuse darme prisa en su búsqueda -solo dejame cambiarme- dijé sonrojado aún entre las cobijas

-Oh, claro, pero date prisa, Izuru esta abajo en el auto esperando, ahí te vemos- luego de eso salió de la habitación

Rápido busque un pantalón y una camisa para ponerme, me puse las botas y una sudadera. Al bajar vi de nuevo al pájaro, tenía las llaves en el pico, no se si se trataba de algo místico o solo coincidencia, las tomé y noté que no estaba la llave del auto, de igual forma no le di importancia y corrí al automóvil negro donde Izuru y Nanami esperaban.

-Vamonos- dijo Nanami, me pasó un café caliente en un termo mientras Izuru conducía al hospital, el cielo se había nublado, el ambiente frío y tan blanquisco me recordaba a él.

Al llegar al hospital Nanami y yo fuimos a la recepción, Izuru debió llevar el auto al estacionamiento, nos encontramos con Mikan en el camino y esta nos llevó a una sala de espera, al volver había un chico a su lado, alto, de cabello negro azulado y expresión seria, portaba una bata y una tabla con papeles.

-Soy Yasuke Matsuda- se presentó con una voz seria y fría, aunque me pareció similar a la actitud de mi hermano

-Él es neurólogo- explicó Mikan mientras tomaba los papeles y los examinaba -creo...que deben esperar un poco...antes de entrar...- de pronto se le empezó a ver nerviosa, nos dejó a los dos solos mientras Yasuke entraba a uno de los cuartos.

-Esperemos un rato- dijo Nanami -iré por algo a la máquina expendedora, ¿tú quieres algo?-

-Si...un chocolate- Nanami se puso de pie y fue a la máquina, mientras observé el lugar desorientado, era igual a una sala de espera común y corriente, con revistas, sillones, algunas plantas y puertas, muchas puertas, y se que él debería estar detrás de alguna, pero eso me preocupaba, ¿qué le habrá pasado?

-¿Hinata?- dijo una voz a un lado mío, se trataba de mi buen amigo Souda, estaba vestido con una sudadera marrón, un pans gris y tenis azules, aunque traía puesto su gorro.

-H...hola Souda- tenía la voz cortada, me costaba incluso respirar, algo malo se avecinaba y eso no me gustaba

-Hola Souda- dijo Nanami llegando con lo de la máquina, me entregó el chocolate y se puso a hablar con Souda.

Tomé el chocolate y me lo comí sin muchos ánimos, casi no me supo a nada, estaba inmóvil viendo a los doctores ir y venir. Un rato después se aparecieron Sonia, Akane y Fuyuhiko, no me lo esperaba pero estaban aquí, entonces Mikan volvió

-Y...ya pueden...pasar- esas palabras me cayeron en la cabeza como un fuerte golpe, me costó mover las piernas para avanzar al cuarto, el dolor comenzaba a destrozar mi alma.

Al entrar un aire frio golpeó mi rostro, me desorientó un poco pero no tanto como lo que pude observar. Ahí estaba él, con una ropa de color verde agua en la cama de sabanas blancas con vendas en los brazos, un pequeño tubo que le daba paso a la sangre y una mascarilla que le daba oxígeno, con máquinas a sus costados tomando su ritmo cardíaco, estaba dormido, estaba vivo, pero algo le había pasado.

Se que dije que lo subiria ayer, ahí tienen

La Terminal De La E$PERANZA [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora