CAPÍTULO IX

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Cathleen Davamovich Fritz

Las cosas con Oliver estaban tensas, algo sucedía, pero ni siquiera yo podía responderme a mi misma si podría ayudar fuese lo que fuese que le sucedía, estaba cansada, pero como cada día que tenía tiempo me iba al parque a observar el atardecer y al final habia quedado con el chico de las pizzas estar ahi juntos, con toda la pena del alma me levante de la cama y fui al baño que tenía en mi cuarto, me habia costado bastante hacer las remodelaciones suficientes para que fuera de lo mas acogedor, con el repentino cambio de cuartos y lo sucedido de la llegada de Oliver no existio tiempo para arreglar antes de hospedarme aca, todos los gastos los pague yo, pero le habia dado el toque perfecto para ser feliz, la luz del sol entraba mínimamente siempre por la pequeña ventana, me asomaba por ella y contemplaba las estrellas tan bellas y brillantes, era lo que mas me gustaba de estar aca abajo-la vista del cielo era mas pequeña, pero incadecente-, aparte de que era un lugar muy calido, sin ruidos o vientos, me quite la ropa rápidamente para poder bañarme, en muchos años miles de hombres comentaron que mi cuerpo era de admirar y muy sensual, todos eran mayores a mi por 12 o 16 años, el último hombre que trato de comquistarme lo hizo cuando yo tenia 16 apenas y el 26, era agradable y muy cariñoso, no lo negaré, sentia algo por él, pero Oliver estaba de por medio en toda mi vida, el agua estaba fría, me detuve esperando a poder ver si llegaba a calentarse, me enjuague y decidí arreglarme para poder ir a apreciar el atardecer, subi a la casa para darme una ultima fijada en mi apariencia en el espejo, me veia linda, nunca me habia visto linda, sonreía como una tonta enamorada.

-¿Porqué tan sonriente?

-¡Oliver!, me asustaste, quede de ir a un lugar con un amigo

-Tienes prohibido salir con chicos

-Deberias dejar de decirme que hacer, no soy una niña

-¡Cathleen Davamovich Fritz, estoy cansado de ti, deberías considerar que yo tambien tengo cosas que hacer, debo ir con una chica al cine y no tengo tiempo que perder aguantandote!

-¡Ojalá cojan rico porque estoy arta de escuchar los torpes gemidos que sueltan esas mujigatas!

Me fui así no más sin dejarlo hablar, corri hasta donde estaba el parque y me sente, contemple el sol tan bello y sonreí, espere y espere, pero aquel chico nunca apareció, llore.

-¡Te odio!

Fue todo lo que grite y me fui corriendo rápidamente a la casa, se me habia dejado plantada, no de la peor forma que se pudiese pensar, pero asi había sido, al llegar a casa comence a dormir un rato, tal vez no debi haber salido y debia haber escuchado a Oliver, sea como sea, lo habia insultado, cerre los ojos y descanse.

*

Me levante arreglandome nuevamente, me enjuague la cara y me fui, antes de lo esperado recibi una llamada de Jared.

-Hola Cathleen voy por ti, no mas avisaba

-Sí Jared, aquí te espero

-¿Y tu primo?

-Oliver esta dormido, aun lamento lo del golpe que te dio, te veo en un rato

-Sí, no tardo

-De acuerdo gracias

Colgue mi celular, suspire, Jared me hacia sentir tan viva.

-No puedes salir, tienes prohibido cruzar esa puerta

-¡No puedes dejarme encerrada como un perro aquí Oliver!-le reclame

-Te dejo aquí por tu bien Cathleen, si algo te pasa no me lo perdonaría

-¡Mentiroso!, solo te preocupa que papá te corra de la casa, pero no debería preocuparte, si te vas tus padres estaran ahí para ti, a nadie le importo y menos a ti

-¡Tú no sabes nada de mis padres!

-Se que si te viesen estarían decepcionados de la persona que eres, te odio Oliver

-Odiame tanto como quieras, pero apesar de todo yo siempre te amaré

No podía hablar.

-¿Qué?-estaba confundida

-Solo vete Cathleen, no voy asoportar esto para siempre

-Oliver, lo mismo siento

Lo dije al irme, Oliver me amaba y yo...lo que sentía por él no lo podría explicar, vi a Jared en su motocicleta, me fije en su hermoso cabello. Jared era el chico que debería de elegir.

-¿Estás bien Cathleen?

-Solo vamonos porfavor, no quiero hablar de nada en general

Me sujete de la cintura de Jared y avanzamos.

*

Estábamos en el cine, Jared compro entradas para una pelicula recien estrenada, me compro un paquete de nachos con bastante queso, él había insistido en palomitas, pero no me gustaban, yo soy más de nachos y pizzas, me senté en mi lugar y él en el suyo a mi lado izquierdo, en la oscuridad se me hacia imposible ver, pero siempre distinguiria esos cabellos en donde fuese-era Oliver-, estaba acompañado de una chica de ropa escotada y vestido corto, me daba asco, pero así era Oliver-le gustaban las prostitutas-, su mirada paso a verme desde atras ya en su lugar, tomo a esa chica entre sus brazos y la comenzo a besar, ella se puso entre sus piernas de él comenzando a gemir, me daban asco, pero la expresión de Oliver al verme, como diciendome que era un animal y que me perdia de mucho, decidí que le seguiría el juego y bese a Jared, Jared besaba de una manera apasionada-como enamorado-, me dedique ha hacer lo mismo que aquella chica, en la posición que estaba podía sentir el miembro de Jared, deseaba gemir y jadear tanto, me movi mas rapido como si estuviesemos haciendolo, en el area no había nadie más y me decidí a gemir, Oliver me veía con ira, se levanto rápido de su lugar llendo al mio a jalarme de ahí.

-¿Qué te sucede?

-Tu iniciaste Oliver

-Te odio

Estabamos solos en el pasillo, miramos a los lados, observando que nadie pasara.

-Estoy hartó de fingir que no te deseo-dijo tomandome del trasero y subiendome a su cuerpo para que enroscara mis piernas en su cintura, comenzo a besarme, gemia de solo pensar en compartir este calor en una cama, no sabía cuanto tiempo había esperado este beso, pero al fin pasaba, me sentía humeda y sentía su erección, entre los dos sabiamos que nos necesitabamos tanto, bajo tantito de mi camisa holgada para ver mi pecho.

-Me encanta ese brasier

-Quitamelo

Le estaba rogando que tuvieramos sexo en esa misma área.

-¿¡Cathleen!?-era la voz de Jared

Sería una noche tan difícil.

Nota de la autora:
Lo siento y gracias por estar votando en mi historia, si faltan espaciis lo siento, fui torpe de dedos.

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