Llegó la hora de la retribución... Llegó la hora del resarcimiento... Llegó la hora de la venganza.
Playlist de hoy: "Resign to Surrender" y "Tides of Time" de Epica.
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"El hombre que se disfraza de mujer por una causa, es mi superheroína"
RuPaul Charles.
Entre las tinieblas empieza a clarear, y desde el este, una tenue franja gris en el horizonte anunciaba que la aurora se pararía muy pronto sobre el castillo. Los macilentos rayos se reflejaban en las almenas de la torre del campanario. En el pueblo, entre la desolación general, los habitantes ya se levantaban a trabajar en el mercado o a recuperar lo poco que quedaba en los campos. En el vestíbulo principal, sentado en su sillón, una figura espigada esperaba la llegada de su "aperitivo matutino" antes del desayuno.
"Los sacerdotes y papas de Roma no saben la verdad. No hay un solo Dios, sino dos: El del Bien y el del Mal. El Mal es la nada y es la muerte. Ambos crearon a los hombres, dirigidos por el Mal, pues este es el elemento natural del pueblo de origen. El Mal es el que conquista nuestros vientres y nos empuja a él..."
Esta extraña filosofía, que olía a azufre y en la que había restos de maniqueísmo y creencias cátaras mal interpretadas, dominaba la mente de Gakupo. Siempre se habría creído invencible desde esa noche que entregó su alma a Satanás y le había dado este nuevo rostro, hermoso como el de un Rey, remplazando ese horrible rostro del que solo se tenía por testimonio un cuadro de su juventud, quemándose en el fuego de la chimenea; un rostro del cual ninguna mujer, fuera noble o villana, salía airosa. Se sentía todopoderoso, en ese pueblo inmenso e ignorante, lleno de mujeres todavía sin conquistar. Usando su poder del Malpara hacer lo que se le antojara. Sade estaría orgulloso de él, eso era seguro.
Bueno, eso fue antes de que Len osara enfrentarle, usando también el Mal.
Pensando en su sirviente precisamente... Era verdad que últimamente Len había desarrollado unos extraños trucos. Todo por verlo muerto a cualquier precio. Realmente, otro gran noble en su lugar se habría asustado al ver la furiosa terquedad de un sirviente de verlo enterrado en el camposanto... Pero no el Duque de Venomania. Le dieron risa los patéticos e inútiles intentos de Len, desde la cena envenenada, el té maldecido por él y el vudú. Y aun después de eso, Len no desistió y estúpidamente siguió con su recién descubierto talento brujeril de pacotilla, trayendo pócimas maldecidas cada vez más horribles, conteniendo desde flores machacadas hasta menstrúo de mujer.
Si no fuera por la enorme lástima que sentía por él ya lo hubiera entregado a la Inquisición por brujería. Gakupo se divirtió imaginándolo por un momento: Len atado a un poste de la plaza mayor del pueblo, mirándolo con rabia, asándose vivo bajo el calor insoportable de la hoguera como un cerdo entero en día festivo. Hum... No podría esperar esa clase de comportamiento de algún mayordomo de noble cuna, y Len no era más que un pueblerino. Apretándole las clavijas es que te obedecen, pensaba.
El Sirviente es un ser intermediario entre el hombre y el animal doméstico. Animal, porque eres su amo y puedes hacer con la vida de este lo que quieras, si le quieres hacer su vida miserable o no, pues te pertenece y depende exclusivamente de ti; hombre, porque puede hablar y responder. Es el símbolo del individuo sometido a otro por naturaleza y del cual se tiene poder casi absoluto. Eso era Lenny el Mezquino (1) para él.
Esta noche, aun a esa hora, se estaba divirtiendo con Luka en el corredor del castillo. Aunque era a la hora del alba en que Len solía despertarse, le importó un pimiento que el sirviente los encontrara haciendo el amor en el suelo... Si ya más de una vez había sucedido. Gakupo estaba sentado en uno de las sillas sin respaldo y la tenia sentada sobre sus rodillas. Uno de los blancos pies colgaba sobre la alfombra. El encaje del ligero vestido de rigor del castillo, transparentaba el cremoso muslo donde descansaba, atrayente, una liga de raso color rosa. La besaba en la nuca llena de vello rosado, y la sentía estremecerse bajo sus labios todos sus nervios. La mano de lindos dedos alargados agarraba la suya y hundía las uñas sonrosadas y afiladas en la palma de su mano.
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Servant of Venomania
FanfictionBasado en las canciones Madness of the Duke of Venomania y Servant of Evil: Len es el infeliz sirviente del Duque Gakupo y ha callado por años el terrible secreto de su amo; todo cambiará cuando él le quite a Len lo que más ama... y todo termine en...