(Nota: Esta segunda Saga alterna o DLC está enteramente en primera persona, sacada de la perspectiva de Nana Macne, la cocinera aparece en los capítulos 2 y 3. ¿Por qué? Porque ella nos tiene un interesante testimonio. Escuchémosla.)
. . .
Hola... No esperaba verte aquí.
Es que ha pasado tanto... Tanto que ya ni me acuerdo de muchas cosas, excepto claro, de las que más nos hacen sufrir. Pero es mejor así, pues aquel que no recuerde su pasado, está condenado a repetirlo, como algunos dicen por ahí. Supongo que es cierto, aunque el proceso sea siempre doloroso durante todo el trayecto.
¡Pero bueno!, ya estás aquí. Siéntate y ponte cómodo. Quítate los zapatos y acércate al fuego. Debió ser un viaje sumamente largo para llegar hasta aquí. Es más, me haces una valiosa compañía; hace mucho que no tengo a alguien con quien hablar... a no ser que se cuenten los fantasmas que me rodean, desde luego.
Te pregunto algo: Conoces casi toda la historia del "Sirviente de Venomania"... ¿verdad?
¿Sabes por qué digo casi? ¿No?
Porque hay cosas que Len nunca llegó a ver, pero yo sí... Yo tal vez pueda explicar de dónde vino todo ese dolor.
Dolor. Fue por lo que comenzó todo esto... y es justo decir que fue así como terminó.
Me da algo de paz contar esta historia... antes de que muera conmigo, bajo el sonido del reloj cucú. No te alarmes si me quedo en silencio o si empiezo a divagar demasiado.
...
¡Cucú... Cucú... Cucú...!
Volteo la cabeza hacía la pared donde reposa un gran reloj cucú. El pequeño pajarito azul de madera sale disparado de la ventanita (una... dos... tres veces) y lanza ese seco sonido, que suena un poco desafinado, interrumpiendo el constante silbido del caldero donde estaban cociendo las berenjenas de mi amo. Siempre quería que le preparara lo mismo cada viernes: Berenjenas rellenas de setas y vegetales. Abrí el horno y saqué los seis morados contenedores; sí, seis: Es que mi amo, a pesar de su buena talla, come como si tuviera compañía en frente... aparte de mí.
Caminé por el largo vestíbulo que separaba la cocina del salón principal, llevando con sumo cuidado las berenjenas rellenas, mientras miraba la interminable sucesión de retratos al óleo de cada uno de los dueños que, antaño a nosotros, había pisado este lugar... Me detengo por un momento, mirando el último cuadro de la fila, que casi siempre que lo miro, hace que mis ojos se humedezcan: Los ojos azules mirándome de forma amable, la larga melena morada en forma de trenzas, la pequeña y suave sonrisa que se formaba en sus delgados labios...
Así había sido mi antigua ama, la Duquesa de Venomania antecesora del actual, Madame Gakuko Kaumi: Una mujer fuerte pero justa, que me había tomado a su servicio, hacía casi veinte años atrás:
Provengo de la parte más pobre de Asmodín, de una familia que había perdido lo poco lo tenía por causa de un incendio. Mi pobre padre murió al intentar apagar las llamas; nunca olvidaré su borrosa silueta entrando en el espeso y acre humo que se había convertido nuestra casa... solo para verlo después casi irreconocible, completamente ennegrecido... Bueno, es todo lo que puedo recordar, y no es porque mi memoria esté fallando por mi edad, sino porque después de eso me había desmayado.
Mi madre y yo nos quedamos a vivir en casa de unos parientes, los cuales tampoco tenían suficiente para mantenernos, por lo que había que trabajar. Ví a mi madre, demasiado cansada y abatida. Y me di cuenta de que debía hacerlo yo. Al día siguiente me confié al párroco de la Iglesia a que me consiguiera un empleo. Me había prometido que me ayudaría, gracias a la intensa amistad que tuvo mi padre con él.
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Servant of Venomania
FanfictionBasado en las canciones Madness of the Duke of Venomania y Servant of Evil: Len es el infeliz sirviente del Duque Gakupo y ha callado por años el terrible secreto de su amo; todo cambiará cuando él le quite a Len lo que más ama... y todo termine en...