Cheque al portamor

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Ale:

Sé que cometí un grave error y me tocó pagarlo de la peor manera que pude, te perdí y eso no me lo perdonaré jamás... fue un gran cheque al portamor que pagué con lo más preciado que tenía. Ese corazón que tanto me amaba, ese corazón en el que yo me podía refugiar y sentirme yo... un corazón que era mío, entiendes, mío; y yo por estúpido y por jugar con él terminé quemándolo. Lo destruí... tuviste que reconstruirlo, lo volviste de piedra y poco después se congeló y yo, yo me quedé sin nada, sin tesoro, sin refugio y con las manos quemadas por tratar de apagar el fuego que ocasioné; tratando de rescatar algo que yo ya había echado a perder como todo lo que he poseído siempre es así, siempre ha sido así... y así seguirá.

-T.

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