Sal de mí

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T:

Te lo pido por favor como una súplica... sal de mí, sal de mi vida, de mi corazón, sal de mi mente. Ojalá me encontrara bien teniéndote en mi cabeza como un recuerdo... pero eso sólo hace que mis ganas de dejar de respirar aumenten.

Tu voz retumba en mis oídos y hacen que el dolor y la tristeza incrementen otro poco. Antes lo que más quería era abrazarte con los ojos cerrados, para darme cuenta de que sólo existimos tú y yo... pero ahora esos recuerdos hacen que quiera que mi sangre deje de fluir y así quedarme inmóvil para que así pueda hallar alivio, consuelo...paz; por primera vez en mi vida desde que dejamos de ser un tú y yo... como uno sólo, nos convertimos en solo extraños muy cordiales.

-A.

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