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Ceniza, fue en lo que me convertí.
El sufrimiento me consumió y el dolor terminó quemándome y llegué a ser como el polvo. Polvo que se lleva el viento a su compás, un compás único como él mismo. Ceniza insignificante de algo bello que quedó reducido a simples ruinas.
Ruinas de algo que creo jamás será reconstruido. ¿Sabes? ¿Por qué no tomas un plato o un vaso y lo estrellas contra el suelo? Para luego pedirle perdón y ser consciente de que por más palabras que utilices, no será lo mismo... ese plato o vaso no se regenerará.
Torres, fortalezas y muros dentro de mí, los que tenía para ti, terriblemente quemados y vueltos tan sólo polvo y ceniza igual que yo. Un corazón roto y por poco totalmente destruido por el fuego. Un fuego inapagable, destructor y desgarrante como ningún otro que haya visto.
-A.
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Más de 100 Cartas Sin Destino
Short StoryAlejandra Bartodd es una joven adolescente que ha caído en una gran depresión por diferentes motivos... para liberarse de ella escribe cartas... pero a su destinatario nunca le llegan, o eso es lo que ella piensa. Él por algún motivo se da cuenta, y...