Luego de la reunión pasó un día, Sasori y Deidara no volvieron a ver al otro equipo, pero sabían que andaban cerca. La noche había llegado y se había decidido detenido para que Hazuki descansara.
La joven estaba más callada que de costumbre y se ocultaba bajo su máscara de inexpresividad, por esa misma razón Deidara la vigilaba constantemente, por si intentaba escapar. Hazuki resultaba importante en toda la misión.
Más al Norte de la guarida, Akatsuki se iba a encontrar con un mercader interesado en kekkei genkai. Este hombre compraba a chicos y chicas con habilidades únicas, las entrenaba y controlaba mediante sellos y los usaba para robar y matar. Akatsuki iba a intercambiar a Hazuki por grandes cantidades de dinero y un pergamino con valiosa información.
-Deidara –murmuró la joven llamando la atención del rubio.
-Si –preguntó él mirándola fijamente.
Sasori en esos momentos no se encontraba, había salido a inspeccionar el bosque debido a que sentía que algo no andaba bien.
-¿Por qué eres un Akatsuki? –preguntó ella, cambiando su expresión a una más curiosa.
Deidara chasqueó la lengua y bufó molesto recordando.
-No quería, fui obligado luego de perder una batalla contra Uchiha Itachi –dijo con expresión enfadada.
-De igual forma ya no importa, me da igual todo mientras pueda seguir haciendo mi arte, además... -Deidara evocó una promesa de venganza en su cabeza, luego volvió al presente y sacudió su cabeza intentando olvidar eso-. Nada, no es importante.
-Arte... ¿Hablas de tus esculturas de arcilla? Pues son hermosas –dijo Hazuki, Deidara sonrío egocéntrico-, pero... explotan muy rápido y jamás tengo el tiempo de apreciarlas.
-De eso se trata idiota, una explosión en su máximo punto de esplendor, qué sabrás tú de arte –dijo Deidara mirándola con desdén.
-Yo también se hacer arte –dijo ella alterándose, sus mejillas se tornaron rojas y lo miró ceñuda.
-Te ves adorable enojada –se burló Deidara.
Un recuerdo efímero se hizo presente en la mente de Hazuki, ésta sonrió calmándose, Deidara no era la primera persona que soltaba aquel comentario para molestarla.
-Lo sé –respondió distraída ella.
Luego de un silencio prolongado, la curiosidad de Deidara preguntó:
-¿Y de qué trata tu arte? –
Hazuki le miró y sonrió entusiasmada.
-Pues bueno, todo comienza con el instrumento familiar de la familia Izumi –un kunai pasó frente a la cara de Hazuki.
-Nos vamos –dijo Sasori apareciendo sobre la rama de un árbol.
Hazuki dio un respingo ante la repentina aparición de Sasori, Deidara ni se inmutó.
Un hecho que pasaba bastante desapercibido, era el miedo constante que sentía al estar con Deidara, pero por sobretodo con Sasori. Era algo contradictorio, pues sabía que no recibiría daño en tanto fuera elemental en esta misión, pero siempre algo podía salir mal. Deidara tenía la misma edad que ella, pero notaba fácilmente que ambos estaban a años luz de estar al mismo nivel. El poder de Deidara era destructivo y el de Sasori debía ser peor, no por cualquier cosa Deidara mostraba cierto respeto a Sasori.
Rápidamente el trío comenzó a avanzar a través de la oscuridad del bosque, la luna había menguado y quedaba un pequeño rastro de ella en el cielo, iluminando vagamente los torcidos árboles gigantes. Hazuki comparaba a cada paso, los bosques de pino siempre cubiertos por capas de nieve de su país helado, con los bosques verdes y coloridos de las zonas cálidas. Los peligros eran completamente diferentes, ya no habían varios pares de ojos amarillos y cafés acechando a la distancia, los osos no merodeaban a su alrededor en busca de ciervos y conejos, por la noche ya no se escuchaba el suave ulular de un búho blanco, sino que se escuchaba el melodioso sonido de las luciérnagas que la sorprendían de vez en cuando entre la oscuridad, pues cada vez que veía una parpadeante luz verde flotar entre los árboles, imaginaba los fantasmas de los que hablaba la abuela Miku por las noches. Los países cálidos eran hermosos pero tenían una variedad de insectos horribles que en su vida nunca había pillado en los áridos campos congelados de su país.
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Secuestro en el País de la Nieve
FanfictionEn el lejano País de la Nieve reside una joven habitante con el raro KekkeiGenkai elemento Vapor, el cual protegen con mucho rigor. Es por esta razón que el dúo artista de Akatsuki es enviado al misterioso país, con la misión de secuestrar al portad...