Bajo la luna del auto con mucha prisa, no podía soportar más el olor que estaba impregnado en todo el interior. No había pasado ni cinco minutos desde que mi trasero descansaba en el asiento de cuero un poco viejo del auto y ya quería tirarme a la pista importando poco si moría.
— ¿Tiene calor? Estamos en época de invierno señorita Oh, no vaya a coger un resfriado.
Prefería eso, a oler los kilos de cigarros que se fumaba a diario y los restos de comida chatarra en el asiento trasero. — Solo quiero algo de aire fresco Park y deja de fingir preocupación que no va contigo.
La sonora carcajada que se filtró por mis oídos hicieron que rodara los ojos, mi humor había empeorado muchísimo. Debido que el hotel donde dormí por tres noches fue demasiado horroroso e incómodo, ese maldito vividor solo para joderme la vida me había llevado a uno que era de puras parejas, estás solo iban a tener relaciones sexuales, toda la bendita noche estuve escuchando diferentes tipos de gemidos.
Simplemente genial.
— Señorita Oh, debo velar por
usted. — por mis intereses. — Aunque no lo quiera admitir soy a la única persona a la que puede recurrir. Sus abuelos viven muy lejos y conociendo que no le gusta compartir tiempo de caridad con la familia. No le queda nadie más que yo o ¿me equivoco?Lo odiaba, odiaba que tenga razón. Le di una rápida mirada y pude ver claramente la sonrisa de oreja a oreja que tenía. Preferí mirar por la ventana mientras el aire frío chocaba en mis mejillas congelandolas en menos de diez segundos. Saqué los dedos esperando a que siguiera su conmovedor monólogo.
— Voy a tomar su silencio como un sí, cambiando de tema. — el auto giro a la derecha adentrándose a un barrio un tanto pintoresco. — Acerca del apartamento, ya sabe que conseguí uno pero no sé si vaya a gustarte. En fin, tampoco tendré tiempo de buscar otro por lo que espero y sea de su agrado.
Metí los dedos en los bolsillos de mi campera ya que se habían congelado entumeciendo los huesos. — Mientras no sea ese hotel de mala muerte al que me llevaste, no me quejaré.
Y era cierto, prefería vivir en un barrio con pinta donde podían robarte, que escuchar los orgasmos de personas que ni conocía y prefería así. El carro avanzó unos metros más deteniéndose en la esquina de una casa pequeña en malas condiciones.
— No exagere, no es para tanto.
El motor se apagó mientras él retiraba la llave y la guardo en el bolsillo del pantalón de vestir algo desteñido. Fruncí el ceño por lo que dijo, claro para él eso hubiera sido lo mejor que le pudiera pasar en su vida Park no tenía esposa ni hijos que cambiaran su cruel corazón. Abrió la puerta intentado sacar su robusto cuerpo fuera del auto.
— Baje señorita Oh, tiene que conocer su nuevo hogar. — su tonito burlesco no lo pasé por alto. Sí por él fuera me pondría a dormir debajo de un puente o en la misma boca del lobo. Park era un hombre demasiado egoísta por lo que jamás confíe en él.
Salí del vehículo cerrando la puerta lo más fuerte que pude, haber y se compraba un nuevo auto con todo el dinero que me llevaba sacando durante cinco años. Me miro por encima del techo del carro echando chispas, sonreí mientras lo veía fruncir el ceño. — Estás más emocionado que yo, eh Park.—camine hasta llegar a él, dejando que unos cuantos metros nos separen .— Dime qué conseguiste que te tiene tan feliz.
Acomodó su traje dandome una última mirada para seguir su camino sin decirme que le siguiera. Lo cabreé, eso me alegró un poco, pero al escuchar lo que dijo sentí que algo no iba bien. — Ya lo verá señorita Oh, ya lo verá.
Con las manos metidas en la campera le seguí el paso, este vividor me estaba poniendo nerviosa, cosa que él jamás había logrado. Mis pasos se detuvieron un segundo al observar por primera vez el edificio donde viviría. De unos diez pisos a lo mucho, con las paredes sin pintar conservando el color gris del cemento más las ventanas de cada habitación tapadas por unas cortinas que desde aquí se veían de un beige oscuro, mi cuerpo se estremeció por completo ¿dónde cojones este desgraciado me había traído?
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Hostage ➵ jeon jungkook
FanficLanzada por el abogado de su familia a un barrio de mala muerte, Sunhee no tiene más opción que vivir en un edificio que esta a punto de colapsar. Lo peor no es eso, sino el tipo de personas que viven ahí. -"Tan sólo déjame tenerte como un rehén." ...