Hostage ➵ jeon jungkook

v e i n t i s i e t e

—Come.

Mi estómago dolía. Sentía el sabor amargo en mi boca y beber agua no logró desvanecer esa sensación.

El olor a comida debía ser apetecible pero para mi era por completo desagradable.

No podía dejar de sentirme así, mirar sus ojos que parecen estar en otro lugar. Su rostro era serio y estaba ligeramente pálido.

—No tengo hambre.

Se lo había dicho, él la conocía. Mucho más antes que a mí. Y que me trajera a comer empeoraba todo.

Namjoon cocinaba la carne, sus ojos fijos en ello. Jamás le ví así, jamás tan ausente.

—Debes comer, aún está caliente.

Me ignoró por completo con la voz plana. Sin soltar la pinza y dando vueltas a los trozos de carne.

Ninguna palabra salió de mi boca.

Y estúpidamente quise llorar otra vez, no debería sentir ese temor por lo que dije, pero joder. Lo hacía. No me sentí mejor al contarle. Estaba a la espera que él me obligase a ir a la estación de policía o peor aún. Que ya la hubiese llamado.

Había arroz en mi plato y él coloco un poco de carne humeante sobre este, pero antes que lo haga, decidí tomar su muñeca y detenerlo.

En ese momento me miró, fue algo corto.

—Namjoon. —mi corazón dolió. Mi estómago se estrujo.

No quería esto.

—Por favor come. —suavemente se alejo de mi tacto.

Ese nudo en mi garganta era insoportable.

—Deja de ser amable conmigo.

Volvió a mirarme como si le hubiera atrapado o dicho algo que no era verdad.

—No es-..

—Dime lo que merezco. No actues de esta forma.

Desee que me tratara de la peor forma y que dejara de actuar así.

—¿Qué puedo decirte? —Le ví soltar el aire de forma pesada.—Aún lo sigo asimilando. Yo creí.. yo creí que ella estaba en algún lugar viva. No esto..

Yo era una persona horrible.
¿Qué demonios estaba pensando?

—Yo la mate. —dije en un susurro.

Volví a hundirme en mi miseria.

—SunHee.

Las lágrimas ardieron en mis ojos. Hice lo posible por retenerlas pero no pude.

—No quise hacerlo, solo quería salir de ahí. —todo paso tan rápido.—Solo quería salir de ahí.

—Para. No llores.

En mi mente ese momento fue tan claro como si los días no hubieran pasado. Era como estar ahí, viviendo el momento una y otra maldita vez.

—Lo amenace, amenace a Jungkook. Si no me dejaba ir, la iba a lastimar. Pero no lo decía en serio.

“Dejame ir. ¡Dejame ir!”

—Detente. No sigas.

¿Cual sería la diferencia? Si yo misma lo había provocado. Todo esto. Solo era mi culpa.

—Te lo juro. Creí que entre ellos dos iban a matarme. Yo.. yo no quería que él siga tocándome, no quería sus manos en mi cuerpo.

—Basta.—Intenta tomar mis manos pero no lo permito. No quiero su tacto en ese momento. No cuando sentía tanto asco de mí.