una mujer misteriosa

650 26 0
                                    

Continuacion

Yulia vivió la peor noche de su vida. Tenía pesadillas horribles. Cuando se despertó estaba bañada en sudor. Saltó de la cama rápidamente. Tendría finalmente la respuesta de Elena Katina. Lo primero que hizo fue ir al hospital a ver a su padre. El cuadro era el mismo. Permanecía en coma. De allí se dirigió a la empresa. Una gran tristeza llenó su corazón. Su padre estaba casi muerto en el hospital. Y no había ni un centavo para salvar a la empresa. Sin embargo, sabía que no podía entregar los puntos. Tomó el ascensor subiendo rápidamente a su oficina. Allí le sonrió a su secretaria que se levanto al verla.

- Buenos días. Sonja ¿Alguien me llamó?
- Buenos días. Todavía no. ¿Tiene noticias de su padre?
- Continua igual -dijo dando una media sonrisa- Estoy esperando una llamada muy importante de Roman Bodarenko. Avisame, ¿si?
- No se preocupe.

Sin embargo, ese fue un largo día de espera. Anochecía, cuando recibió la llamada. Se sorprendió al escuchar las palabras breves cuando respondió.

- He hablado con Elena como me lo pidió.
- ¿Sí?
- No tengo una respuesta aún.
- ¿Por qué no?
- Ella lo está pensando. Voy a llamar cuando tenga algo concreto. Que tenga una buena tarde.

Colgó el teléfono con un suspiro de alivio. Si lo estaba pensando es porque todavía había una esperanza. Esa agonía que sufrió una noche entera fue en vano. Los días pasaban sin obtener respuesta. Desorientada vio la semana llegar a su fin. Una gran ansiedad empezó a invadirla. Pero sabía que no podría presionar a la mujer. La única cosa que podría hacer es seguir esperando. Eso era un hecho que su familia no entendía.

Cada noche, cuando entraba en la casa la llenaban de preguntas sobre el tema. Durante más de una semana se encontró atrapado en esa molesta espera. Comenzó a preguntarse si ella no estaría haciendo esto a propósito. Tal vez era cierta la historia, de que sentía placer en ser mala. Su cabeza era un hervidero de preguntas y dudas.

Al final de la tercera semana recibió la llamada que tanto esperaba del abogado.

- Debe venir hoy a las seis de la tarde.
- Yo pensaba que iba a obtener una respuesta -comentó sorprendida- ¿Ocurrió algo para que tenga que ir hasta allí?
- Su situación es muy delicada para querer discutir imposiciones ¿No le parece?
- Oh… Lo siento. Voy a ir a la cita. Gracias.

A las seis en punto llegó a la última planta de ese edificio. La misma secretaria la condujo en completo silencio. Yulia entro viendo la puerta cerrarse tras de sí. La sala quedó a oscuras. Una vez más sólo se puede ver la tenue luz de la mesa. Miró a su alrededor y confundida pregunto.

- Señor Bodarenko ¿está ahí?

No hubo respuesta. Pero justo en frente de ella una llama ligera brilló llamando su atención. Trató de ver a la persona, pero sólo escuchó la voz de una mujer sonando con frialdad.

- Siéntese -Elena pidió con tranquilidad.

Se sentó en la silla frente a ella. Trató de ver su cara, pero era imposible. Un silencio insoportable invadió la habitación. No dijo nada más. Esperó pacientemente durante unos minutos. Forzó una sonrisa confusa preguntando en tono suavemente.

- ¿Usted es Elena Katina?
- ¿Esperaba otra persona?
- No. Por supuesto que no.
- ¿Está nerviosa?
- Un poco. No sabía qué esperar. Su abogado debería haberle explicado mi situación. Espero su respuesta, dependo de ella para tomar algunas medidas en la empresa. ¿Por las dudas ya tiene una respuesta para mí?

Lo que vio fue la luz brillante del cigarrillo, mientras fumaba. No hablo. No sabía que estaba buscando o si lo estaba haciendo. El silencio le resultaba odioso en aquel lugar oscuro, no podía ver nada. Esa fue una gran la falta de educación estar hablando en la oscuridad. Lo cual no era normal.

una mujer misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora