una mujer misteriosa

526 24 0
                                    

Yulia miraba atónita a su madre. ¿De que estaba hablando? Aquello era una fantasía de su cabeza. No tuvo que soportar nada, ni hubo sufrimiento alguno. Desde el primer encuentro quedó profundamente excitada y envuelta por ella. Rememoró aquello y quiso volver a cada a uno de aquellos días. Se sorprendió cuando se dio cuenta que estaba sintiendo cosas más profundas. Se había quedado paralizada cuando su madre había dicho que era amante de Elena Katina. Moría de miedo de que le gustara porque temía que ella sólo deseara su cuerpo. En ese momento estaba segura de sus sentimientos. Amaba a Elena. La amaba y no podía vivir sin ella. Por eso estaba sorprendida por las palabras de su madre. No tenía derecho a inventar aquellas mentiras.

Elena estaba sentada allí escuchando las tonterías que dijo Larissa. Sus ojos estaban fijos en Yulia. Ella simplemente no decía nada.

- Siempre cuide de mis hijos de la mejor manera. Yulia hizo lo que tenía que hacer para salvarnos. No les contamos a Grigor y a Natasha toda la verdad.
- ¿Mamá? ¿Qué pasó realmente con Yulia? -Natasha la interrogo sorprendida.
- Elena Katina obligó a tu hermana a convertirse en su amante para ayudarnos.
- ¡OH VAYA! -exclamo viendo a Yulia.
- Pero eso ya acabo -Larissa dijo aliviada.

Natasha miró a Yulia preguntando sorprendida.

- ¿Ella es una criatura deforme, llena de llagas? ¿Es un vampiro como dicen?

Yulia miró a su hermana con un aire de divertido.

- Vamos, Natasha, ¿parece que me han convertido en un vampiro?
- Pero ¿qué pasa con todas las cosas que se dicen?
- Son tonterías sin fundamento.

Elena sonrió en ese momento mirando curiosa a Natasha.

- ¿De verdad creen en esas historias que la gente cuenta?
- Si no es como hablan, ¿porque nunca mostró su rostro?
- ¿Qué crees tu Larissa? -preguntó Elena mirándola divertida.
- No sé. La verdad sobre ella solamente Yulia sabe. Anda hija, cuéntanos. ¿Como ella es en verdad?
- Ella es sólo una mujer diferente -comentó sonriendo. Sus ojos se posaron sobre Elena- ¿No creen que debíamos cenar ahora? Estoy muriendo de hambre.

Larissa se puso de pie diciendo que haría los arreglos con el propósito de que la cena fuera servida. Llamó Natasha llevándola consigo. Yulia miró preguntando en voz baja a Elena.

- ¿Desde cuándo conoces a mi madre?
- Desde que tía Aleksandra llegó.
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- Te lo iba a contar pero no hemos tenido tiempo. Te desapareciste.
- No, no desaparecí. Sólo esperaba que me llamaras.
- Me preguntaba si te gustaría verme. También me quedé esperando a que me llamaras. Fui yo quien te busco en tu oficina, ni siquiera supe se te gustó verme aquel día.
- Dejé en claro que me gusta lo que tenemos. ¿Lo has olvidado?
- Me estoy volviendo loca de tanto extrañarte. Necesito tocarte, sentir tu cuerpo, tus besos. Si no vas verme no sé qué hare.
- Ahora tienes la aprobación de mi madre -comentó Yulia extendiendo su mano y tomando una de ella- También me estoy muriendo de tanto extrañarte. No veo el momento de darte un beso. No pienso en otra cosa.
- Vamos a salir con la aprobación de tu madre. Ella sabrá la verdad cualquier día pero estoy preparada para todo que venga, por ti enfrento cualquier cosa.
- Estoy feliz de oír eso. Ahora vamos cenar, están esperándonos.

Durante la cena Larissa dejó en claro que le daría gusto que ellas tuvieran un romance. Yulia dio gracias a Dios de que las dos se hayan conocido y que a su madre le había gustado Elena. Después de la cena, tomaron un licor en la sala. Elena se despidió siendo acompañada por Larissa hasta el automóvil. Cuando la puerta se cerró, Natasha se volteo hacia Yulia comentando sorprendida.

- ¡Guau! ¿Viste que mujer más sexy? Dios mío.
- ¿Entonces tu aprecias estas cosas?
- ¿Quién no aprecia la belleza? Me gustaría hacer una pintura de ella.
- No creo que sea una buena idea. ¿Por casualidad eres lesbiana?
- ¿Por qué tengo que definirme cómo siendo alguna cosa?
- Cuestión de madurez -sonrió cogiendo un cigarrillo.
- Ya entendí. Te gustó y quieres que me quede lejos. Puedes quedarte tranquila que no se me ocurrirá dar un paso con ella.
- Es bueno saberlo. Buenas noches.

una mujer misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora