Bohemian Rhapsody (Max y tú)

Capítulo 6

Las horas pasaban, cada vez se acercaba más la hora de salida.

Era la última hora de clase, que ya no era ni una hora, pues faltaba menos de dos décimas para terminarse.

Un papel en forma de pelota golpeó mi ojo cansado, el cual estaba abierto cuando lo hizo. Mi ojo se irritó al instante, este día ha sido una maravilla. Espero que se note el sarcasmo, abrí aquel papel del demonio.

"Acosadora, quisiera que pasaramos más tiempo de caridad como amigas. ¿Quieres comer un helado?" . Al leer aquella invitación de Max, mi corazón se aceleró. ¿Por qué? Esto sólo pasaba con Nancy, mire a su lugar, ella me sonrió, yo por el contrario le miré severa, negué. Es ese momento yo no controlé mi cuerpo.

Ella frunció el ceño y sus ojos brillaron, mostró debilidad, pero de inmediato volvió al filtro de furia. Cosa que no me gusta de ella.

La clase continuó, había tensión en el aire, trato de hablar en general, pero sé que sólo en Maxine y yo.

Mi querida amiga Maxine le lastimé, por capulla. Se puede odiar tanto a si mismo. Probablemente.

Mierda, me ha dado náuseas. ¿Será el nuevo hermano de D'Artagnan en camino? Trata de calmarte, ___. Respira, respira.

Canté en mi mente, una de las canciones que más me gustan: Maniac de Michael Sembello.

"Locking rhythms to the beat of her heart, changing woman into life"

Las náuseas se esfumaron, dejando paso a el timbre de salida.

Todos salieron, sólo que quedamos los chicos, Max y yo. Le íbamos a enseñar al profesor Clarke a D'Artagnan. Eso era un demogorgón bebé, pero no les voy a detener, no tengo el coraje para decirles la verdad. Todos nos dirigimos a nuestros casilleros.

Dustin, Lucas, Max y yo, fuimos a enseñarle lo anteriormente nombrado al señor Clarke.

—Por esta razón es que llegué tarde a clase hoy.

—Muy bien, ¿estas puertas funcionan?—cuestionó el señor Clarke, tocando las puertas de la máquina.

—Sí, obviamente, pero no se trata de la trampa, sino lo que contiene.—contestó Dustin, mientras el profesor le miraba intrigado.— Esto puede hacer cambiar su percepción del mundo—Clarke le miró aún más intrigado.

—Estoy oficialmente interesado.—contestó el anteriormente nombrado.

—Esta bien, primero quiero aclarar que este es mi descubrimiento, no suyo.—aclaró el de pequeñas perlas.

—¡Dustin, por amor de Dios, enseñaselo!—quejó Lucas.

—Aclaraba...—musitó Dustin.

—¡Dustin!—regañó Max, estaba a punto de pasar, en mi estómago se formó un nudo y las náuseas volvieron.

Pero alguien interrumpió.

—¡Alto!—gritó cara de rana.— Lo siento, profesor Clarke. Fue una broma, le dije que parara.

Detrás de él entró Will.

—Qué demonios haces.—gritó Dustin, Clarke miraba a Mike atónito.

—Debemos irnos, ¡ahora,ahora!—ordenó Mike, para luego salir corriendo con la trampa en sus manos.

Todos obedecimos sus ordenes, ¿será este el momento adecuado para vomitar un feto de demogorgón?

Seguíamos a Mike, el se dirigía a la sala de audiovisuales, pero las náuseas seguían allí.

Me detuve en seco, agarré fuertemente a Will de su camisa, me miró confundido. Este me tomó en sus brazos y me llevó al baño lo más rápido, los demás nos siguieron. Al llegar, Will y yo entramos de primeros, luego Mike, este cerró la puerta en la cara de Lucas, Dustin y Max.