Bohemian Rhapsody (Max y tú)

Capítulo 4

Narra    ___        

Al esperar a los chicos, Mike y yo hablamos chorradas, ¿cómo es qué se podía ser tan tonto con alguien? Respuesta sencilla. La persona debe ser tu mejor amigo, que entienda, sea un capullo y todo un jodido depresivo.

—...Pero Yoda es el maestro más perceptivo de la Orden, eso lo hace genial.

—Me da igual, yo tengo vida. No me la paso viendo eso. Sólo digo, es extraño que un viejo verde te de ordenes—dije, él rio ante mi comentario.

—Yo tengo vida... Sólo es que prefiero...—dijo pensando en que decir.

—Ya, no te esfuerces tanto qué se te reventará el cerebro, cerebrito.—dije, este veía la puerta de la escuela abrir, junto a eso Dustin y Lucas discutiendo, algo que no me interesa. Siempre discuten por estupideces.

—Aún así, sigo siendo más inteligente que tú en biología.

Reí, joder. Él me ha ganado.

Lucas y Dustin tomaron sus bicicletas y se unieron a nuestra charla amistosa.

—Nos vamos, o ¿qué?—dice Lucas irónico.

—Baja tus aires, afro.—dije, comencé a pedalear.

—Sí, eso es malo.—dice Dustin, ya es de suponer que opino yo en referncia a él.

—Sólo vamos.—dijo Mike ya harto.

Seguimos en nuestras bicicletas hasta una carretera la cual estaba sola. El viento era frío, tenia un olor a mierda de vaca, que no sabía de donde venía. Comencé a escuchar una musica, estaba lejana. Se acercaba a paso rápido, aquella musica. No le dimos importancia.

—En serio, se disfrazaron el año pasado.—dijo Dustin replicando a lo que habia pasado esta mañana en la escuela.

—Sí, este día ha sido un desastre. Pero eso cambiara en unas horas.—dijo Lucas. Se le notaba la emoción en los ojos. Cómo un niño en una pastelería, en resumen: Dustin.

De repente, aquella musica, se escuchaba más fuerte, el sonido de unas llantas, subiendo de velocidad, al ras de nuestros talones. Mejor dicho, de nuestras bicicletas. Al parecer no lo habían notado, iba a decir algo pero Dustin comenzó a hablar, el auto se acercaba más, comencé a temblar.

—¿Chicos?—dijo Dustin, los chicos se dieron cuenta.

—Aceleren.—gritó Lucas.

—Muevan el culo, no os quiero muertos.—dije seriamente, acelerando. Comenzando a sudar, ibamos a morir.

Giramos al otro lado de el camino, estaba lleno de hojas, estabamos en el campo. El auto imitó la misma acción, sólo que en diferente camino.

Dustin cayó en el cesped. Los demás soltamos nuestras bicicletas y miramos el auto. Era el conocido auto de Maxine.

—¡Mierda!—bufó Dustin—Maldita sea.

Dustin se levanta con la ayuda de Mike.

—¿Esa era...?—dijeron en unísono Dustin y Lucas.

—Madmax.—dije yo, asombrada, asustada y nerviosa. Todos respirabamos agitadamente, esta tía está loca.

Qué puta mierda le pasa a su lo que sea, porque no sé quién demonios maneja ese estúpido auto, que maneja como psicópata. Maxine, ¿no trató de controlarle?

Tomamos nuestras bicicletas, aun petríficados.

Continuamos el camino en completo silencio, claro. Teníamos que digerir lo que acaba de pasar.