Me estaba sucediendo nuevamente.
Los escalofríos comenzaron a recorrer cada parte de mi cuerpo, provocando espasmos y convulsiones incontrolables.
Se me hizo un nudo en el estómago y comencé a sentir nauseas y mareos, a tal grado que caí temblando al frío suelo de baldosas.
Los huesos empezaron a cambiar de forma, fusionándose unos con otros como es común en la metamorfosis, provocándome un dolor desastroso e involuntario en cada músculo y tejido de mi delgado cuerpo.
Traté levantarme pero no pude.
El dolor era tan intenso que no pude evitar soltar un alarido de sufrimiento, que logró provocar ardor mientras pasaba a través de mi garganta.
Sentí como las extremidades iban cambiando, al igual que cada hueso: columna, tibia, radio. Cada uno iba adoptando la forma del odioso demonio que tenía dentro, que se apoderaba de mi y me obligaba a dejarlo salir.
Ya no tenía control sobre mí.
El olor a animal se hacía cada vez más fuerte, y ya no podía soportarlo.
Ya no quería luchar más.
Ya no quería sufrir más.
Dejé que me poseyera completamente, y fue ahí cuando mi mente humana se ocultó en los lugares más recónditos de mi cabeza.
Ya no podía hacer nada.
Mi instinto animal -y ojalá fuese solamente eso- se apoderó de mi mente y cuerpo, tomando completamente el control.
El lobo que se oculta en mí salió, y como siempre, no acabaría en nada bueno.
Estoy enferma, y estoy dispuesta a encontrar una cura para la licantropía.
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Licantropía: ¿bendición o enfermedad? (PAUSADA)
Werewolf| LISTA LARGA WATTYS 2018 | TERCER LUGAR FROST GALAXY AWARDS 2019 | Lara Lycan dice estar enferma. Enferma de algo incurable. Esta enfermedad la llevó a abandonar a su familia, y a toda persona que conocía. Porque con esa enfermedad podía lastimar...