Licantropía: ¿bendición o enfermedad? (PAUSADA)

Capítulo dos

Licantropía: habilidad o poder que tiene un ser humano para transformarse en lobo o licántropo.

Licantropía clínica: el paciente cree ser o haberse transformado en un animal, y se comporta de acuerdo a ello.

En las leyendas, a la licantropía no se le atribuye una explicación específica, más que la generalmente atribuida a la magia y a lo paranormal; podría desarrollarse como consecuencia de caracteres genéticos heredados, heridas producidas por otro licántropo, maldiciones u objetos mágicos.

Eso fue lo que encontré en internet con respecto a la licantropía.
Nada nuevo, nada que no sepa, nada interesante, nada que me sirva realmente.

Cerré el notebook y lo dejé en la mesita de noche. Me sobé los ojos y me estiré. Abrí el cajón donde guardo las inyecciones y muestras de sangre.
No tengo muchos recursos como para comprar demasiadas cosas clínicas para mis experimentos, por lo que tengo que reutilizar y esterilizar como pueda mis materiales.

Vi todo lo que tenía guardado y cerré el cajón. Suspiré y apoyé mis codos en las rodillas mientras sostenía mi cabeza con ambas manos.
Ya no sé que hacer, he probado con todo: frío, calor, luna llena... la rabia en algunos casos funcionaba pero necesito más que eso...

Nada parece activar las transformaciones cuando quiero. Siguen siendo involuntarias.

Sentí que la cabeza me explotaría. Saqué unas pastillas para el dolor de cabeza de mi velador, las puse en la boca, y como no tenía agua en ese momento, me la tragué con mi propia saliva.

Seguía ahí, inmóvil, con los ojos cerrados, pensando que otra sustancia podría activar la metamorfosis, cuando sentí que alguien golpeaba la puerta.

—Pasa —dije en un intento de grito.

Se abrió la puerta, y pude ver una cabeza asomándose por esta, y vi a Alondra.
Ya me lo debí haber imaginado, ella siempre ha sido muy educada y no entrará a algún lugar sin tocar la puerta.

—Tenemos que ir al centro comercial, necesitando más ropa para los miembros, ¿vienes? –me preguntó con una sonrisa melancólica en sus labios.
Tan solo pensar en la idea se me erizaban los pelos en la nuca.

—¿Con quién iremos? —pregunté con curiosidad mientras me levantaba y me colocaba mi chaqueta café, forrada con lana por dentro. Estamos en pleno invierno, y digamos que el clima no está muy agradable.

—Con Giselle y Logan, Kyle se quedará a cuidar a los niños con Chuck.

Logan.

Sus transformaciones han sido cada vez más seguidas. Y no entiendo el por qué.

—¿Estás segura que Logan...? –y no alcancé a terminar la frase porque Ali me interrumpió.

—Lo sé, si le pasa algo, nos iremos inmediatamente. Tú tranquila, Chuck nos prestó su auto —me dijo con una sonrisa tratando de tranquilizarme, pero no lo logró. De todas formas le devolví el gesto.

—Entonces andando.

Bajamos por las escaleras y nos despedimos de Kyle y Chuck. Este último me susurró al oído, mientras me daba un abrazo:

—Vigila a Logan. Cualquier indicio de cambio, lo sacas a patadas del lugar.

Asentí, y estaba a punto de salir por la puerta, cuando alguien jala de mi brazo y me voltea. Era Kyle.

—Trae a todos devuelta —dijo para luego soltarme, y mirarme con su penetrante mirada azul.

—No dudes de mi —murmuré devolviéndole la mirada, achinando un poco mis verdes ojos. Di media vuelta y salí de la casa.