INSIDE (InOut Segunda Temporada)

UN LUGAR.

Antes de leer, espero presten atención a la nota del final~.

ADVERTENCIA: Contenido +18

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El tiempo parecía volar a su lado, a pesar de que muchas veces Sanghyuk parecía detenerlo cuando lo pasaba con él y que el trabajo nos impedía pasar tanto tiempo juntos como lo quería, volvíamos a caer en una rutina de llamadas y mensajes constantes que para nada se comparaban a los pocos minutos que lográbamos vernos entre semana. Podía durar horas hablando con él por móvil, pero para mí no había nada más satisfactorio que verlo, tontear con él, y abrazarlo al final del día, secretearnos un "te amo" muy bajito en el oído, robarnos un beso a escondidas de su madre cuando iba a su casa... Una vez más me sentí bendecido, afortunado y como un tonto enamorado.

Una mañana, mientras luchaba arduamente por no levantarme de la cama debido al frío, me acurruqué al lado de Hyuk, era domingo y apenas iban a dar las once de la mañana. Nos habíamos desvelado con el maldito vicio de los videojuegos hasta pasadas las siete de la mañana y bueno, haber dormido unas tres horas y media no era el mejor descanso del mundo pero me bastaban a mí, tan acostumbrado a dormir poco. Me giré hacia el lado izquierdo, y luego boca abajo, tratando de no hacer un desastre ni despertarlo, pero sentía hambre, y finalmente me incorporé, sentándome sobre las almohadas y recargándome un poco en la cabecera de la cama, fregándome los ojos, buscando despertar mejor y una vez miré nuestro alrededor me quedé... Con la mente explotando. Lo miré por accidente una vez, pero luego seguía mirándolo pensando que estaba mal algo en mí... Y no, alcé la cobija un poco para confirmarlo, yo no estaba equivocado, no estaba viendo mal, él estaba dormido con una erección formada.

No era como si me molestara, pero tampoco podía vivir así, a pesar de desearlo todo el tiempo, de querer comerme a besos su piel, no quería que pensara que sólo lo quería por eso, que decirle "te amo" era una contraseña para verlo desnudo...

Salí de la habitación y me fui a la cocina a prepararme algo para comer, y mientras tomaba mi almuerzo tardío escuché la puerta de la habitación, seguido del azotón de la puerta del baño. Traté de no tomarle tanta importancia, pero Hyuk tardaba demasiado y preferí ignorar el hecho al terminar incluso con mis alimentos, comenzando a preparar cualquier cosa para él.

-... Buenos días. –Su voz rasposa demostraba que en efecto, seguía dormido, y apenas tuve tiempo de girar mi cabeza para verlo, él ya estaba acercándose a mí para abrazarme por la espalda. Amaba tanto que lo hiciera, y con el clima otoño-invernal a nuestro entorno, lo hacía todo más perfecto.

-Buenas tardes, flojo, ¿se te antoja el omelete? ¿O qué gustas comer?

-Mh, no~. –Sí, su voz de berrinche también me gustaba bastante, así como su nariz fría haciéndome cosquillas en el cuello. -Estoy enojado contigo, me dejaste solo.

-Tenía hambre.

-Pudiste despertarme.

-... No... No podría, estabas muy... Estabas, dormido.

-Bin.

-Mande.

-... ¿Me viste dormir?

-Algo así, sí. –Por alguna razón su pregunta me hizo sentir nervioso, y dejé de prestar atención a la estufa por un instante.

-... Qué vergüenza. –Sentí su rostro fregándose en mi cuello y nuca, razonando apenas un segundo en nuestras estaturas cuando ladeé mi cabeza para verlo y tuve que alzar mi vista a él.