INSIDE (InOut Segunda Temporada)

DEBERÍAS.

Advertencia: Contenido +18

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Hongbin creía que no había notado nada sobre su olvido de nuestro primer aniversario, pero preferí mantenerme en silencio; admito que por un momento logré sentirme mal al respecto, pero decir "un año", "un mes", "un día" era medir el tiempo, mi amor y mi felicidad a base de un calendario cualquiera, por lo cual me deshice de aquellas innecesarias sensaciones de mi cuerpo con rapidez. No quise causarle alguna molestia al reclamarle, no quería que se sintiera mal por mi culpa, así que era lo mejor, fingir que lo había olvidado por igual, dejándome embriagar por lo único que necesitaba en la vida: el amor entre nosotros dos.

Y sé que decirlo así es algo demasiado cursi, algo muy anti-yo, pero él ha sido el único culpable de que sea como soy en la actualidad, él ha robado de mí todo mi amor, todo mi encanto, toda mi fascinación, toda maravilla... En secreto, algunas veces, vuelvo a escribir a causa de él, pero escondo todos mis escritos, e incluso algunos los elimino, como los que llegué a guardar en mi computadora, y no porque no quiero que los lea, simplemente lo hago porque tal vez... Tal vez... Algún día tengan mayor utilidad.

Una madrugada, de fin de semana, me levanté de la cama, fui al baño a envolverme en el placer que se siente cuando orinas a gusto con la vejiga a punto de reventar, me lavé las manos y volví a la habitación con pereza; al entrar a ese espacio, sonreí cuando distinguí el cuerpo de Hongbin sobre la cama y me apuré a acurrucarme con él, eran aproximadamente las dos de la mañana, prácticamente ya era sábado y lo que más me gustaba de esos días era que podía estar con él, disfrutarlo todo lo que no podíamos entre semana por culpa del trabajo. Alcé un poco mi cabeza cuando, al instante en que me abracé a él, Hongbin se giró de frente a mí y me acarició el cabello antes de besarme, no tenía idea que él estaba despierto y me sentí culpable de que hubiera sido mi error despertarlo.

-Perdón si te desperté, vuelve a dormir.

-No me he dormido. –Hablábamos en un tono de voz bajo, debido a nuestra cercanía y al silencio del mundo, sumergidos en la oscuridad.

-¿Por qué no? –A ciegas, llevé una de mis manos a acariciarle el cabello por igual, y un suspiro de su parte me dejó en claro que algo había pasado, por lo que me tensé sin remedio.

-No lo sé, solo... No puedo dormir.

-¿Es por el trabajo?

-Tal vez lo sea.

-Sabes que puedes decirme lo que ocurre, aunque tal vez no entienda mucho.

-En parte es el trabajo. –Mencionó como si estuviera castigado, y temí que una vez más estuviera torturándose con pensamientos sobre sus padres.

-¿Y en parte, qué más?

-... Nada, cosas absurdas.

-En parte ¿qué más, mi Bin? –Susurré para él, dejando un pequeño beso en sus labios, siendo paciente con su fragilidad.

-... Mi jefe... Bo... Hablé con él temprano...

-... Y... ¿Qué te dijo? –Murmuré comprensible después de un largo silencio de su parte, y volví a acariciar su cabello, al igual que una de sus mejillas. -¿Pasó algo malo?

-No es malo... Pero... Solo... No lo sé, no sé qué hacer.

-¿Sobre qué?

-Él quiere... Mh... Es que no importa cómo lo vea, es estúpido... Siquiera considerarlo como una opción, es estúpido.