INSIDE (InOut Segunda Temporada)

MI CASA ES TU CASA. Parte 2.

Querid@s Starlights, me gustaría que (cuando terminen de leer este capítulo) leyeran la nota al final-> PLZ, GRACIAS! ♥

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Abrí los ojos una vez más durante esa mañana, miré la hora en mi móvil y no había pasado mucho desde la última vez que había despertado. Eran las 5:22 y mi fatiga se había ido de pronto, manteniéndome una vez más encerrado en la molestia que era no dormir apropiadamente, lo único que solucionaba las cosas era sentir a Hyuk dormido a mi lado, y eso me hacía sonreír como un idiota.

Nuestro desastre erótico se vio muerto cuando él había regresado del baño, ambos nos habíamos quedado callados y probablemente igual de rojos que un tomate... Intentamos... Aclarar... ¿O hablar?... O... Simplemente tratar de explicarnos... Hyuk lo arregló por su cuenta al abrazarse a mí antes de dormirnos, disculpándose unas cien veces "por ser cobarde".

El sueño terminó venciéndome pasadas las 6 de la mañana, para esa hora él estaba abrazado a uno de sus peluches, un doraemon que cabía perfecto entre sus brazos, y yo me quedé a orillas de la cama, al borde del precipicio, cayendo en coma del sueño que me consumió; no había ruido alguno a nuestro alrededor, todo seguía siendo calma, la paz del domingo en una zona hogareña y tranquila de la ciudad, donde los alrededores eran casas solamente. Y a pesar de ello, a las 7:37 había vuelto a abrir los ojos, me quedé distraído en el móvil apenas un minuto y me giré en la cama, quedando boca abajo hacia el lado derecho... Los labios de Hyuk estaban curveados en una sonrisa tan discreta, con el brazo torcido hacia su pecho al seguir abrazado al peluche que estaba hundido entre su cuello y la cama; busqué ser cuidadoso para acomodar su brazo sin despertarlo y finalmente me incorporé de la cama, atreviéndome a merodear silencioso y lento su habitación con la casi luminosidad que atravesaba las cortinas con pesar.

Debido al intenso color azul rey de la tela, todo a mi alrededor portaba una tonalidad celeste y me acerqué a la ventana, que estaba cerca de una repisa. Abrí la cortina tan solo un poco, el sol apenas hacía presencia en las zonas altas y la vista desde esa ventana era agradable para mí a pesar de solo ver más casas, calles solitarias, algún gato haciendo travesuras entre las bardas y techados...

Me volví como aquél gato por un momento, acariciaba cuidadoso sus muebles, prestaba atención solo a lo que había a mi alcance: un vaso alto de vidrio lleno de clavos, el martillo de su padre, había un montón de hojas en el escritorio de su computadora, paquetes de notitas adhesivas de diversos colores, algunas notas ya escritas pegadas en desorden sobre la computadora con garabatos que solo él comprendía. La ropa gobernaba gran parte de su habitación, en la silla de la computadora, sobre una cajonera... La pared de junto a la puerta tenía una enmarcada imagen de Sasuke que no me había dado cuenta estaba autografiada y por alguna razón sonreí, me derretí, quise abrazarlo... Pero me quedé inmóvil cuando de pronto escuché una puerta. Me acerqué a la de su cuarto, pegué mi oído a la madera para escuchar al pasillo y distinguí unos pasos lejanos, luego... Nada. Seguí ahí unos minutos más, ruidos vagos, como de una persona que iba y venía y por la seguridad de su caminar deduje que era su padre. Al poco tiempo distinguí la voz de la hermana de Hyuk, un "buenos días" que no se escuchaba muy bueno y luego un azotón de puerta.

Pasando los segundos, todo se volvió callado, tranquilo y seguí observando. En su puerta había un poster de la película "Chasing" que cubría una severa parte de la misma, toqué el póster como si fuera una joya y volteé a mi alrededor, él seguía dormido, hundido con su asfixiado doraemon, y los objetos en su casi-mesita-de-noche, porque parecía un buró más, me robaron la atención; me mordí el labio inferior cuando descubrí que ahí tenía una rana plástica de juguete que le había regalado hacía poco más de un mes y medio, era pequeña pues cabía en mi puño y en su espalda tenía escrito "La Rana-Marrana" con mi letra por una idiotez que discutimos al querer ponerle nombre, me reí en mi mente, recordando aquél día que paseamos en las diversas tiendas de una plaza comercial, lugar donde vimos tal juguete con características demasiado chistosas.