One shots || Percy Jackson.

I. Duchas

Advertencia: Contenido sexual explícito leer bajo su propia responsabilidad.

—¡Demonios no! —Grité cuando casi resbalo con el piso húmedo de las duchas.

Caminé como pude hacía mí toalla y me apresuré a envolverme en ella antes de que alguien pudiera verme, me acerqué al espejo y cepille mi cabello deshaciendo los nudos y quitando el exceso de agua. Dejé el cepillo en su lugar y avancé rápidamente hacía la puerta echando un vistazo a todos lados antes de cerrar con pestillo; me quité la toalla e intenté caminar de vuelta para colgarla, y así comenzar a cambiarme de ropa. No había dado ni dos pasos aún cuando casi resbalé de nuevo pero sentí una manos en mi cintura deteniéndome con firmeza.
Me sentí aliviada, pues me acababa de librar de un muy fuerte golpe, aunque la sensación no duró mucho cuando caí en cuenta de que estaba desnuda, con alguien sosteniéndome por las caderas.

—Cuidado —Susurró en mi oído.

Maldije por lo bajo al escuchar la estúpida e inconfundible voz de Percy Jackson. Me aclare la garganta antes de hablar.

—¿Qué es lo que estas haciendo? —Respondí mirando por encima de mi hombro, tratando de sonar calmada.

Él no me respondió y yo traté de no obviar el hecho de que estaba desnuda con Percy respirando sobre mi cuello. Respiré hondo e intenté apartarme pero inmediatamente resbalé, tuve que sostenerme de la pared de azulejo frente a mi y Jackson no perdió oportunidad e inmediatamente apretó su agarre.

—Vamos, ______....

Sabía de ante mano que no conseguiría nada resistiéndome, excepto tal vez una caída segura, quedar en ridículo o en el mejor de los casos no poder escapar de su agarre.
Suspiré hondo mientras esperaba una explicación por parte de Percy y trataba de guardar la compostura.

Las piernas comenzaron a fallarme cuando el empezó a repartir besos húmedos en mi cuello y hombros.
Incapaz de hacer o decir nada me quedé paralizada y al cabo de sólo segundos estaba realmente disfrutando sus caricias.

—¿Quieres que me vaya? —Ronroneó contra mi cuerpo.

—S-Si. —Dije con el juicio completamente nublado por las caricias de Percy. En lo único que podía pensar era la increíble sensación de sus labios contra mi cuello húmedo.

Acarició mi vientre con las yemas de sus dedos y me pegó más a su cuerpo, abrazándome por la cintura.
Mi respiración ya era irregular para cuando sentí su dura erección contra mi trasero, me sobresalté y salí de el trance en el que estaba abriendo los ojos como plato.

—¿Pe... Percy?

No respondió. Pasó la lengua por la longitud de mi cuello hasta llegar a mi oído, atrapo el lóbulo de mi oreja con sus dientes y le dió un pequeño tirón; no estaba segura si él notaba lo que provocaba en mi, de igual manera no ejercí resistencia cuando su mano descendió un poco más buscando mi vagina. Me doblé involuntariamente por la mitad arqueando la espalda y apoyando mí cabeza en su hombro.
Escuché su estúpida risa y al instante me maldije a mi misma por haberlo hecho.
Volví a ponerme recta y una vez más traté de escapar sin éxito.

—Por favor, ____...

—Vete, Percy. Dionisio te matará si te decubre en el lavabo de las chicas.

—Al señor D no le importará. —dijo con desdén y casi pude verlo rodar los ojos.

—Bien. Pues a mi padre si. Ahora déjame ir, Jackson.

Aproveché su distracción y me giré quedando frente a él, le sostuve la mirada unos segundos y después me di media vuelta dispuesta a marcharme de ahí, pero me tomó de el brazo jalandome hacia si y rió con diversión.

—Está bien, está bien. Lo siento. Sólo no le digas a Zeus.

—Muy tarde.

Tiró de mi un poco mas fuerte y esta vez nuestros torsos se tocaron, mis pezones se endurecieron en cuanto hicieron contacto con su pecho húmedo. Odiaba admitirlo pero había imaginado ese momento cientos de veces.
Sus hermosos ojos verde mar me miraban desde lo alto y su cabello negro aún un poco húmedo le caía alborotado por la frente, se veía tan atractivo que ni siquiera me di cuenta cuando me incliné para besarle.
Correspondió en seguida, y me acorraló contra la pared sosteniendome por la cintura ya que estaba muy propensa a tropezar. Su ágil lengua pasó junto a la mía mientras la acariciaba suavemente, era un beso más bien tranquilo que no tardo en subir de tono, me tomó de la nuca y profundizó nuestro beso.

Dioses de el olimpo, que bien besa.

—¿Puedo tocarte? —Cuestionó con la respiración agitada

Me hizo sonreír la manera en la que lo dijo y cedí ante su súplica, asentí con la cabeza y dejé que siguiera pasando sus dedos por mi piel húmeda, absorbiendo las gotas de agua que caían de mi cabello; besó mis hombros y tuve que hechar las cabeza atrás, mientras besaba mi clavícula. Acunó uno de mis pechos en su mano y atrapó mi pezón previamente erecto entre su dedo índice y pulgar, dando un pequeño tirón que me hizo jadear, Percy dejo de besar mi cuello pero se mantenía respirando contra mi nuca, erizandome cada vello de el cuerpo.

—Percy... —Gemí con los ojos cerrados.

—¿Te gusta?

Asentí con la cabeza. El hijo de Poseidón me sostuvo por los muslos obligándome a enrollar mis piernas en sus caderas, su erecto pene chocó contra mi vagina arracandome un jadeo. Tomó su pene con una mano y pasó la punta repetidamente por mi entrada y mi clítoris, tentandome.

—Percy... Hazlo.

—No creo que estés lo suficientemente húmeda. —Dijo burlón.

—Demonios, Jackson. Te estoy suplicando.

Rió contra mi pecho. Y comenzó a avanzar a quien sabe donde, mientras se mantenía besandome el cuello. La verdad es que no caí en cuenta de lo que estaba pasando hasta que el agua calló sobre mi, por fortuna estaba caliente.

Lo mire entornando los ojos.

—Así esta mejor.

Estaba a punto de responder cuando me vi obligaba a ahogar lo que sea que fuese a salir de mi garganta ya que así, sin previo aviso se deslizó dentro de mi, cerré los ojos y mantuve mi boca abierta formando una "O" mientras sentía como su largo miembro me llenaba por completo. Sentí un cosquilleo en mi vientre, estaba tan excitada que aún sigo preguntándome como fui capaz de mantener las piernas alrededor de sus muslos, no dejaban de temblarme, gracias a los dioses Jackson me sostenía firmemente de el trasero para tomar impulso en cada embestida.

—Oh mierda, ____. Estas tan apretada...

Comenzó a moverse dentro de mi, con una velocidad increíble que me hizo perder la cabeza, el azulejo detrás de mi estaba helado, pero casi no podía notarlo con lo bien que se sentía su pene dentro mío.

—Dioses, Jackson... Me encanta.

Lo sentí sonreir contra mi clavícula sólo para seguir entrando y saliendo de mi, mientras su mano no dejaba de hacer círculos en mi centro. Casi no podia mantenerme quieta, me retorcía de placer al sentirlo, con cada movimiento enviaba ondas por todo mi cuerpo que me ponian la piel de gallina. Era increíble la manera en la que me hacía sentir.

—¡Demonios Percy! —Gemi. —¡Ah! ¡Justo así!

—Se que estas a punto cariño, correte para mi.

Y como si sus palabra fueran ordenes me corrí sobre su pene poniendo los ojos en blanco y aferrándome a su cuello.
El bombeo unas cuántas veces más dentro de mi y al final se corrió conmigo empapandonos los muslos a ambos.

Su respiración era bastante irregular y su pecho subía y baja continuamente, no podía creer que el hijo de el mar follara tan bien, consiguió dejarme en el suelo y apoyó su frente contra la mía.

—Fue... increíble. —dijo entre jadeos.

—¡Maldita sea, Jackson! —Gritó Clarisse desde fuera. —¡Llevas 30 minutos follando con Jane! ¡Necesito usar el baño!