XI. Prohibido.

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Nota: AU. (Son mortales)
Contenido sexual explícito leer bajo su propia responsabilidad.

Tristán Mcleen, el famoso actor de cine estaba a punto de firmar uno de los papeles más importantes de su carrera; mientras discutía los pormenores de su contrato en alguna habitación de su mansión su hija Piper suspiró y se dejo caer en su cama, dejando de lado su tabla de surf.

—Mañana iremos a surfear. Será nuestro día, cariño —dijo haciendo la mejor imitación de su padre.

Suspiró decepcionada una vez más y cuando estaba a punto de bajar a buscar algo de agua escuchó unos golpes en su puerta, por un breve instante pensó que podría ser su padre, camino rápido para abrir la puerta pero su sorpresa fue otra al ver de quien se trataba.

—Piper.

Se le enchinó la piel en cuanto escuchó esa voz, abrió los ojos como plato y escudriñó el pasillo en busca de alguien presente, se puso tan nerviosa que se vio obligada a limpiarse el sudor de las manos en sus muslos desnudos. Mala idea. Jasón desvió la mirada hacia ahí.

Desde la corta edad de 16 años Piper había estado enamorada de el socio capitalista de su padre, Jasón Grace, lo miraba con anhelo cada que él aparecía en casa para charlar de negocios, siempre se arreglaba tan linda como podía resaltando sus ojos, algo impropio de ella, aunque no podía evitarlo, quería desesperadamente que el amigo de su padre 10 años mayor que ella le prestara atención, y aunque su relación nunca había ido más allá de sonrisas y guiños era todo lo Piper necesitaba.
Ahora, ya con 19 años, la castaña estaba casi hiperventilando, por decirlo de alguna manera.

Grace, lucía impecable, llevaba un traje gris 《Su típico traje de negocios》 pensó Piper que lo conocía hace ya 3 o 4 años y contrastaba con sus ojos azul eléctrico que en ese preciso instante tenían una pizca de diversión, su cabello rubio siempre bien peinado y sus gafas de montura negra que lo hacían ver malditamente sofisticado y sexy.
Cuantas veces había fantaseado Piper con pasar las manos por esas solapas grises o tirar de su corbata para besarle, obligó a su mente a dejar de divagar y se concentró en el hermoso par de ojos azules que tenía de frente.

—Señor Grace... —Carraspeó. —Mi padre esta en su estudio, por si lo necesita.

—Gracias, linda.

El color subió por las mejillas de la chica, y sintió unas incontrolables ganas de salir corriendo.

—Si me permite señor.

Intentó cerrar la puerta de su habitación pero la mano de Jasón se lo impidió.

—¿No vas a invitarme a entrar?

—Se-señor Grace, no se si debería.

—Por favor Piper. No estarás nerviosa, ¿O si?

Piper tragó saliva y se hizo a un lado para dejar pasar a Jasón, él se llevó las manos a los bolsillos y comenzó a adentrarse en su habitación, la castaña permaneció inmóvil detrás de la puerta tratando de ocultar su cuerpo que sólo estaba cubierto por un pequeño bikini color rojo.

—Piper, linda; ¿Te molestaría abrir un poco la ventana? Aquí hace demasiado calor

Sonrió y caminó cohibida hasta el otro extremo de su inmensa habitación y con cada paso que daba estaba cada vez más consciente de lo mucho que el bikini dejaba a la vista su trasero. A sus espaldas escuchó vagamente el ruido de la puerta crujir y ella no pudo más que suspirar para tratar de calmarse. Se puso de puntillas y corrió sus cortinas blancas, luego comenzó a abrir sus ventanas que realmente eran muy pesadas, para cuando lo logró, se giró y Jasón estaba justo detrás de ella.

One shots || Percy Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora