XIX. Muy bonita para tí

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Leo

-¿De verdad, Leo? -dijo Jason codeandome.

-¿De que hablas? - lo gire a ver con una sonrisa cómplice.

-Pareces un acosador, deja de verla, ____ no saldría contigo.

-¿Y por qué no? -arquee la ceja

-Por que ella te lo dijo. -comento Jason como si fuera lo más obvio del mundo.

-Por favor, Calypso, la diosa -recalque- lo hizo, ¿Por qué no una simple hija de Afrodita?

-Por que no es "una simple hija de Afrodita", y porque Calypso te dejó.

-Verás que sale conmigo, confía en mí.

-Es muy bonita para tí pero está bien, lo que digas, por ahora deja de acosarla por un momento y vamos a comer.

Seguí a Jason a regañadientes hasta el comedor, nunca estuvo mal ver la práctica de aquería de la caballa 11 pensé y rodé la ojos.

________

-Oye ____, creo que deberías hacerle caso a Leo, se ve que le encantas, -dijo Piper cuando regresabamos de nuestra clase de tiro. -es un buen chico.

Sonreí, y sin saber que decir solo se me escapó un "gracias, Piper"
El ambiente estaba incómodo, pero entonces llegó Drew a hacerlo aún más incómodo.

-No le hagas caso _____, eres muy bonita para él.

-No. -Dije-El es muy listo, para mí.

Y antes de que comenzarán a pelear fui a las duchas.

Leo Valdez, Leo, Valdez, Leo Valdez. Se que le gustó, se nota a leguas, ¿Pero que clase de chica sería si salgo con un hijo de Hefesto?, ¿Otra Silena?

Salí de las duchas ya muy tarde, era de noche y sin intenciones de ir a la fogata para no pensar más en Leo, camine directo a mi cabaña envuelta en una toalla, cerré la puerta de la caballa y me recargue un momento en la litera, estaba cansada, y necesitaba dormir; desabroché el nudo de mi toalla y la dejé caer, pero antes de que tocará el piso, alguien la sostuvo en mis caderas y apretó muy fuerte las mismas.

Reí.

-Basta Piper, estoy cansada, no más bromas por hoy.

Típico de ella, pensé.

-¿Dejas que Piper haga esto?, ¿Es algo de amigas, acaso?

Pregunto una voz ronca, definitivamente no la de Piper.
Mierda.

Aclare mi garganta, pero antes de decir algo, Valdez tapo mi boca con su mano izquierda, -no grites, no te nuevas- dijo -con su otra mano, acariciaba mi abdomen, apenas con las puntas de sus dedos, acomodo mi cabello hacía un lado, y dejaba besos húmedos por mí espalda y cuello. No estoy segura de en qué momento cerré los ojos dejadome llevar, no hasta que sentí el miembro de Leo en mi trasero.
Abrí los ojos, mordí su mano, y en cuanto me soltó me gire quedando frente a él, pero apartándome.

-¿Que haces aquí? -acerte a decir.

-No, no, _____, escucha perdón, me iré de aquí, de acuerdo, solo no digas nada y no me volveré a acercar.

Suspire.

Camine -aun sin toalla- a la puerta, le puse pestillo, y me acerque a Leo.

-Yo no dire nada, sí tú no dices nada. -levante las cejas y mirándolo a lo ojos tome su rostro, y así, si más, lo bese.

Me devolvió el beso enseguida, me pegó a su cuerpo y yo jugueteaba con el borde de su camiseta, mordió solo un poco mi labio inferior, relami mis labios y le saque la camiseta me volvió a besar, me tomo de las caderas y me cargo para dejarme sobre la cama.

-Valdez-Dije con la voz gruesa-me parece que tienes un ligero problema en tus pantalones.

Bajo la mirada, río entre dientes se colocó sobre mi cuerpo y comenzó a besar mi cuello y jugar con mis pezones, yo pasaba mis manos por su espalda, rasguñando un poco y suspiraba con los ojos cerrados, hasta que Leo pasó una de sus manos para llegar a mi vagina, abrió mis piernas y juguetonamente acariciaba mi entre piernas, y paseaba su mano por sobre mi vagina, sin llegar a tocarla del todo, hasta que introdujo un dedo. No pude evitar ahogar un grito.

Me beso, y con una mano en mis pechos y la otra en mi vagina hacía que mi espalda se arquera bruscamente, no gemia ya que su boca estaba en la mía, aunque si mordisque un poco. Baje mi mano torpemente tratando de desatar sus pantalones cuando el botón sucumbió me gire par quedar sobre Leo, no aparte ni un segundo la mirada de sus ojos mientras bajaba sus pantalones junto a el boxer, y a gatas quedaba con su miembro frente a mí, sin embargo el cerro los ojos y soltó un leve gemido, casi inaudible, cuando con mi mano lo tome con firmeza e introduje mi boca; pasaba mi lengua por la cabeza de este, en círculos una de mis manos estaba apretando y moviendo su miembro de arriba a abajo mientras que la otra masajeaba sus testículos.
Leo tomo mi húmedo cabello, hizo un moño desarreglado y me empujo para que metiera más su pene en mi boca, yo acune mis mejillas y lo hice tan rápido como podía, hasta que el caliente sabor de su semen entro en mi garganta.

No le di ni un minuto para descansar, cuando me acomode a horcajadas de él e introduje su pene en mí, de su boca salió un gemido más ruidoso al igual que de la mía, comencé a montar a ese chico en cuanto entro en mí, mis tetas brincaban y Leo jugaba con ellas, masajeandolas y tociendo un poco los pezones. Valdez me atrajo más a él, hasta que estuve recostada en su pecho sin dejar de moverme. El jadeaba en mi oido, se aclaró la garganta y me dijo:

-Ya eres mía -con la voz ronca.

-¡Dilo! -grito y me dió una nalgada.

-Si, soy tuya, toda tuya -respondi de vuelta.

Me tomó del trasero ayudándome a subir y bajar en su miembro, metí mi cara entre su cuello y hombro y sin poder resistirlo chupe su cuello hasta dejarle un cardenal gigante.

-Asi... Así que es cierto lo que dicen de las hijas de Afrodita- dijo entrecortamente y me dió una palmada más.

Pase saliva, me levante un poco para verlo a los ojos y respondí

-¿Que dicen de las hijas de Afrodita? -ronronie

-que son unas zorras- dijo y me dió otra palmada.

Grité y antes de decir algo eo volvió a hablar

-Pero tú solo eres mía, ¿Cierto?

Me encantaba que me hablara así, lo adoraba y me ponía de una manera increíble.

-Solo tuya. -lo bese.

Cuando ambos terminamos me recosté en mi cama mientras él se volvía a poner su ropa.

-jamas había sentido tanto placer en mi vida-dije aún con un poco de falta de aire.

Leo rió, me dio un beso en la frente y me dijo.

-Ahora vuelvo, te traeré un poco de agua.

Leo

Sali de la cabaña 11 rumbo a la fogata, y en el camino me encontré a Jason.

-Ya se porque quieres tanto a Piper. -le dije y seguí caminando

-


One shots || Percy Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora