Jane Hopper
Se levantó bruscamente, sudando frío y buscando todo el aire que se le había escapado. Eran aproximadamente las dos con siete minutos de la mañana, no era nueva esa situación para ella. Hizo el esfuerzo de enfocar bien su vista, hasta que lo consiguió. Asustada de estar soñando todavía, su respiración se volvió entrecortada. Cerró sus ojos, tratando de calmarse estando aún sentada en la cama.
Jane Hopper, como ahora la conocían las pocas personas que la rodeaban, específicamente esa madrugada se le estaba haciendo más difícil olvidar que fue lo que vio en su sueño. Se levantaba de la misma forma todas las madrugadas, con lágrimas en sus ojos, sudando frío y con ganas de gritar. Esta vez dejo que todos los sentimientos encontrados le invadieran.
Se hecho bruscamente hacia atrás, dejando caer su cabeza en la almohada, volviendo a cerrar sus ojos. Tenía el ceño fruncido mientras su nariz y mejillas se iban colorando, su boca curveando y hacia un esfuerzo por aguantar las lágrimas y también el sollozo que estaba por escapar. Llevaba años así, había perdido la cuenta, pero sabía que ya eran varios.
Se colocó de medio lado, abrazando a la almohada y dejando que las lágrimas la humedecieran. Ni siquiera sabía por qué estaba aguantando el sollozo. Los extrañaba. Desde que empezó su vida en Nueva York a sus 15 años, trató de buscar a sus amigos, pero nunca logró ver más nada que el vació. Las personas que la recibían en sus casas, se negaban a dejar a Jane ir sola a Hawkins, o siquiera la dejaban pensar en irse. Decían que era muy joven y que necesitaba una familia. Pero Jane, de lo perdida que estaba nunca se atrevió a decir la verdad.
Ahora vivía sola, nadie la acompañaba desde sus 18 años aproximadamente. Pensaba constantemente en lo que le decían, que tomara pastillas para dormir, salir a caminar y otras cuantas cosas más. Pero no podía arriesgarse, a ser vista por allí, ya tenía fama por haber hecho algo que no debía en su pasado y ahora eran más personas las que la buscaban.
Respiro de nuevo, tratando de que entrara aire suficiente, y suspiró relajando su expresión. Como anhelaba volver, como quería verlos a todos otra vez.
....
Jane no era ese tipo de personas a las que todo le salía bien. Era mediodía del sábado, no tenía que trabajar hoy. Jane había decidido que era hora de cambiar un poco más la verdad, y hacerse pasar aún más por una muchacha totalmente normal, así que ahora se encontraba en un intento de hacer lo que alguna vez Hopper le había enseñado hacer con su antigua casa o cabaña. Vivía en un apartamento pequeño pero suficientemente espacioso para ella, justo en Nueva York.
Mientras limpiaba el piso se recordó a ella misma y a Jim Hopper enseñándole a como limpiar. Jane se había conseguido ese apartamento hablando con un tipo que era una basura.
Se encontraba bajando la escalera del segundo piso en el edificio en el que se encontraba viviendo en aquel momento a sus 19 años. Jane aún seguía las reglas que Jim Hopper le había impuesto. No estaba totalmente adaptada a el siglo en el que estaba por esa razón no se arriesgaba.
Aun vestía como su hermana le había enseñado. Con un sobretodo tres tallas más grandes de la que ella es, con una franela negra por dentro de un pantalón alto que le llegaba a la cintura, doblado en la parte de abajo. Solo había logrado peinarse siquiera un poco el cabello hacía atrás. Aún seguía pareciendo una chica de los 80's.
Al llegar a la recepción del edificio no esperó para salir de él, ignorando el saludo (y la mirada de desconcierto) que le había dado la mujer que estaba allí abajo. Jane tenía un plan, y ese era llegar hasta la tienda de la otra calle lo más rápido posible, evitando que cualquier persona que la buscase, se diese cuenta que ella estaba allí y la persiguieran. Tenía que salir del edificio rápido, ella ya había encontrado a los hombres que la seguían y ahora tenía que volver a escapar.
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𝐄𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧 || 𝘈𝘷𝘦𝘯𝘨𝘦𝘳𝘴 || PAUSADA | [1]
Fanfiction"Soy un monstruo..." "El, nos salvaste a todos. No eres un monstruo...eres una Vengadora." Jane llevaba siete años escapando. De los enviados por su padre, de los que la buscaban por parte de laboratorios, escapaba de un monstruo, que no era más qu...