Prólogo

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Respiró con fuerza.

Una, dos, tres caladas de aire por la boca.

La niña de 15 años se encontraba en el piso del mismo lugar en el que había desaparecido hace años. Se sentó y por un momento analizó las cosas. Parecía drogada, no lograba enfocar su vista y lo único que veía era un fondo blanco, sabía que se sentía diferente, todo era distante. Al lograr enfocar bien su vista se dio cuenta que se encontraba en un lugar oscuro, con ramificaciones por todas las paredes, techo y suelo. Todo parecía destrozado, deteriorado y vacío.

Rápidamente cayó en cuenta de en donde se encontraba y se paró bruscamente del suelo. Jane estaba asustada y no sabía cuento tiempo había pasado, ni recordaba cómo había llegado de nuevo allí. Empezó a desesperarse, por encontrar una salida, o una señal de sus amigos. Pero no había nada.

-¿Mike?-. Su voz salió ronca, como un susurro con eco.

-¿MIKE?-. Esta vez gritó, gritó el nombre de su amigo, sin poder creer que otra vez estaba allí y queriendo que solo fuese un sueño.

-no, no, no, ¡NOO!-. Jane soltó un grito desgarrador, dejando que las lágrimas salieran.-no...-. Soltaba pequeños sollozos, que aun así no la dejaban respirar bien, estaba asustada, el frío que hacía se le metía hasta por los huesos. Jane no escuchaba absolutamente nada, era solo ella y más nada pero incluso le costaba oírse ella misma. Le molestaba eso y en ese momento fue cuando el miedo se volvió ira.

-Sáquenme de aquí-. Susurró, tenía aún la cabeza gacha y un camino de lágrimas ahora secas por su mejilla. Sus manos se abrían y cerraban buscando que esa sensación rara en sus dedos se fuera.- Por favor-. Respiró esta vez profundamente cerrando sus ojos. Minutos pasaban y la respiración de Jane iba aumentando junto a su desesperación por que alguien la sacra de allí.

Y simplemente gritó.

Gritó todo lo que sus pulmones daban. Sus manos cayeron a sus lados cerradas en puños, repetidas veces. Las paredes se agrietaron, las pocas luces que estaban encendidas en el lugar en el que ella se encontraba; parpadearon y otras estallaron.

Jane no tenía idea de que había pasado 2 años, dormida, en aquel mundo tan horrible. No sabía que hacer exactamente, estaba sola, de nuevo pero tenía que salir de allí, así que comenzó a caminar hacia donde ella creía estaría la salida del lugar. Salió de donde sea que se encontraba, bajo las escaleras que estaban en la entrada y siguió caminando un rato largo por las avenidas solas, llenas de lo que parecía baba, muy pendiente de que pudiera acercarse a ella. Los ruidos que escuchaba de cosas que caían no sabía que los causaba y tampoco quería averiguarlo. La muchacha encontró un charco en el suelo, se observó en él. Sí que había cambiado, solo que aún tenía un rastro de sangre bajando por su nariz. Vio una luz entre violeta y roja al pasar por un callejón, se acercó corriendo hasta la grieta e hizo lo mismo que la primera vez que quedo encerrada en el Upside Down. Levantó su mano, concentró toda su rabia en destrozar aquella pared para poder pasar y salir de allí.

Respiró y abrió su mano de golpe a más no poder, gruñía un poco por el esfuerzo, pero ahora le parecía más fácil. Se sentía más fuerte. Gritó un poco más para después darse el lujo de pasar por aquella cosa babosa hacia el otro lado, el mundo real. Salió por un callejón, exactamente el mismo callejón en el que encontró la grieta. Cayó de rodillas, limpiando su cara de aquel asqueroso moco o baba pegajosa. Se levantó al escuchar el maullido de un gato, que la asustó, su corazón se aceleró y decidió salir de allí, no se fijó en si habían personas o no, por lo tanto al salir del callejón se chocó con alguien y volvió a caer al suelo.

Nadie se detuvo a ayudarla. Jane levantó la cabeza y se quedó agachada en el piso mirando con asombro en lugar, lleno de iluminación y personas que pasaban a su lado ignorándola o simplemente mirándola raro.

Era muy parecido a donde había encontrado a su hermana, solo que ahora tenía muchísimas más luces y cosas demás.

Se levantó y camino contra la corriente de personas, al fin escapando de aquel horrible lugar. Jane no sabía que había pasado, ni porque la mayoría de las cosas habían cambiado. Ella sabía que algo estaba mal, pero no le importó. Siguió su camino sin saber que el tiempo pasó. Muy lento para ella, pero para el mundo fuera, no tanto.

...

-Gracias-. La joven le pagó al dueño de la tienda y este le entregó las llaves de su apartamento, que se encontraba en el edificio arriba de la tienda. Subió las escaleras que estaban en la parte de atrás del negocio y llego hasta el piso tres, que era en donde se encontraba su nuevo apartamento temporal. 

Cargaba con solo una mochila y unos cambios de ropa que llevaba adentro de esta.  Abrió la puerta y dejo su mochila tirada en el mueble, se quitó los lentes y se bajó la capucha. Giró un poco su cabeza por sobre su hombro para asegurarse de que no había nadie allí afuera y con sólo elevar su mano izquierda y llevarla rápidamente hacia la derecha (haciendo la ilusión de tirar la puerta sin siquiera tocarla) esta se cerró.

Jane tenía 5 años en el mismo asunto. Llega a una casa, encuentra a los hombres malos cerca, se escapa y busca otro lugar en donde vivir, no duraba más de un año o medio.

La joven de 20 años sabía que ese lugar no iba a ser más duradero que los otros, por eso solo llevaba una mochila con unos cambios, comida chatarra y cualquier otra cosa que podría necesitar, los demás objetos que podría llegar a tener con el transcurso del tiempo, a la hora de partir, les dejaba allí.

Pasaba el tiempo y ella seguía la misma rutina. Trabajaba abajo, volvía a casa y el resto del tiempo lo dedicaba a buscar a los hombres malos. Desconectaba el televisor que estaba en la sala, luego de ver una que otra novela (lo cual le gustaba).Lo llevaba a su habitación, cerraba la puerta con pasador y se ponía una pequeña venda sobre sus ojos. Los canales cambiaban solos hasta encontrar uno sin señal, con el que ella se podía concentrar.

Y de esa forma los encontraba.

De la noche a la mañana, en poco menos de un año, Jane ya no estaba en el apartamento. No había llegado a trabajar y como solía hacer, dejaba una nota, diciendo que había tenido que irse por asuntos "familiares".

Y así volvía siempre a lo mismo, buscar y buscar lugares, alejarse de los hombres malos y de esa forma de los problemas que estos podrían causarle.

Pero no todo dura para siempre.

𝐄𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧 || 𝘈𝘷𝘦𝘯𝘨𝘦𝘳𝘴 || PAUSADA | [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora