X.

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Control

Pero que tonta, ¡entra de una buena vez, Jane!» -. La joven se había despedido de la Agente Romanoff, o bueno, de Natasha y la había dejado entrar sola a la habitación en donde tenían a Loki encerrado.

Como ya había dicho antes, Jane sabía que Loki estaba allí, en la misma nave que ella y ahora sabía en qué lugar exactamente. También sabía que estaba molesta con Fury por prometerle que alejaría a todas las personas que le hacían daño y también que la protegería de quienes la perseguían.

«Genial trabajo, excelente de hecho» pensó con sarcasmo.

Había estado indecisa en si entrar o no a la habitación, y como la curiosidad ahora podía más que ella, se quedó tras la puerta, sentada, y con los ojos cerrados, viendo en su cabeza como iba la conversación. De un punto a otro, todo en aquella conversación le llamó la atención, ya que de alguna forma, muy pequeña, se sentía identificada con lo que Romanoff contaba.

-Tengo tinta roja en mis libros...y la quiero borrar-. Murmuró Jane, entendía más o menos lo que eso significaba, pero no quería profundizar. Sabía que espiar conversaciones ajenas estaba mal, Sam, su viejo (y único) amigo de la época se lo había dicho una vez, pero no era como si Jane hiciese mucho caso a lo que la gente le decía.

La voz de Loki la tomó por sorpresa cuando empezó a aumentar poco a poco de intensidad. Escuchaba perfectamente lo que le decía a Natasha, los veía a los dos, y la estaba empezando a asustar.

"Mientes y matas al servicio de mentirosos y asesinos. Finges ser diferente, tener tu propio código...algo que compense los horrores. Pero son parte de ti y nunca desaparecerán."

Al momento de terminar aquella frase, Loki dio un golpe con su puño cerrado al vidrio que lo separaba de Romanoff, asustándola esta vez en serio. Ninguna de las dos se lo esperaba, y con el eco que había en la cabeza de Jane, el ruido fue terriblemente espantoso y abrumador. Abrió los ojos de inmediato, sellando así la comunicación o la visión que tenía de los dos, decidiendo entrar de una vez por todas.

-No tocaré a Barton hasta obligarlo a matarte, lenta, íntimamente...de todas las maneras que temes. Y entonces despertará y verás se buena obra...y cuando grite, le partiré el cráneo. Este es mi trato, perra llorona-. Natasha se había volteado a mitad del relato con los ojos llorosos y la cabeza gacha, abrazándose a sí misma. Jane lo había escuchado, a un costado de ellos. Ninguno de los dos se había dado cuenta de la presencia de la joven, puesto que estaban muy concentrados en temer y hacer temer.

-¡Eres un monstruo!-. Luego de un silencio, Jane le gritó aquello a Loki, con rabia y desprecio. Natasha y el Dios, giraron a verla, sorprendidos, y aunque Natasha volvió a su posición anterior, Loki no hizo más que reírse en su cara, para luego volver a observar a Romanoff mientras dirigir las siguientes palabras a Jane.

-Oh no, ella trajo al monstruo...- Susurró lo suficientemente alto para que las dos lo escucharan. Jane frunció el entrecejo, mostrándose molesta aunque también algo confundida. No entendía a qué se refería pero puedo observar que Natasha sí, al momento en que subió la cabeza y se giró, con su cara totalmente seca y su expresión de siempre, sin ningún rastro de dolor. «Mentirosa, pero ingeniosa», pensó Jane.

-Entonces es Banner. Esa es tu jugada-. Mencionó la pelirroja. «¿Qué?» Jane no entendía a que se referían aún, y al parecer, Loki tampoco entendía algo sobre aquello.

-¿Qué?-. Dijo el Dios. Natasha llevó una mano a su auricular y comenzó a caminar en dirección a la salida (lugar donde estaba Jane), hablaba con otra persona diciendo que Loki quería liberar al Hulk.

𝐄𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧 || 𝘈𝘷𝘦𝘯𝘨𝘦𝘳𝘴 || PAUSADA | [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora