_________ pov's:
Adrien me siguió mientras iba siendo casi arrastrada por el perro. Pero pestañeé asombrada viendo como él me ayudaba y mantenía a Jeff para que se manteniera tranquilo.
—Tiene- muy poca fuerza.
—Gracias eh—murmuró con ironía. Pensé que se convertiría en algo gracioso, pero no fue así.
—Te acuerdas sobre lo de la otra vez...— dijo él en bajo, solo me dedico a avergonzarme y mantener mi cabeza agachada, sabiendo a que se refería.— Olvídalo, fue una tontería.
—Ah,ya veo...— ¡así de simple! ¡Es lo único que sale de mi boca! Entonces admito que me han dolido sus palabras.
El aire se vuelve incómodo y nos damos media vuelta. Prefiero llevar yo a Jeff, entonces quiero evitar a toda costa mantener contacto con él, por error rozo su mano que está completamente helada.
—¿Que harás con tu abuela?—Pregunta mientras nos paramos antes de llegar a casa.
—¿No tienes a alguna de tus putas para que te quedes con ellas?—Digo intentando parecer serena.— O yo que sé.
—Ni siquiera debería estar huyendo de tu abuela, ¡no soy un criminal o fugitivo! Ya sé que soy una hermosura y belleza de persona pero no voy a escapar por eso.—Maldito narcista...
—Vaya...— los dos caminamos a paso lento y siento escuchar los latidos de mi corazón y todo debido a los nervios. Para terminar el perro empieza a ladrar y la abuela abre la puerta.
—¿Y ese niño?
—Es A—no termino porque él me interrumpe.
—Adrien Agreste, trabajo como modelo, hijo del prestigioso diseñador de modas Gabriel Agreste, excelentes calificaciones, se variedades de idiomas, hago esgrima. Sobre todo me gusta ayudar a los demás y voy todos los domingos a misa a confesarme.— Demasiado soñador pero ya sé como se gana a los demás, ¿y qué si no todas las abuelas van a misa? Cuando ese gilipollas se encuentre con alguien así se va a cagar.
Definitivamente mi abuela quedó encantada y nos dejó entrar a casa, si al menos supiera que si este tipo toca la iglesia entraría en llamas por sus pensamientos tan explícitos...
—¿Por qué eres el niñero de mis nietas?
—Bueno señora, cuando puedo ayudar para los más pequeños, lo hago encantado. Además son como mis hermanas pequeñas, me gusta ayudarlas en lo que no saben.—Su mirada se dirigió hacia mí, parecía pervertida y yo solo fui a la cocina, para después volver.
—¿Y cómo os va en el instituto?¿Y las notas?—Preguntó nuestra abuela sonriendo, pero enseguida llegó la más pequeña y se saludaron con un gran abrazo.
—¿Abuela hasta cuando te vas a quedar?¡No es por echarte ni nada!— Dijo Irene.
—Estuve hablando con tú padre y dijo que viniese para cuidaros hasta que él llegara, que pagaría al niñero cuando viniese.—Eso cayó como un balde de agua fría.
—¡Adrien no se puede ir!—Se quejó Melina.—¡Él me prometió que me compraría chocolate!
—...—no dije absolutamente nada y me dispuse a llamar a mi madre aunque tuviese que recurrir a llamarla por el messenger, ese.
Me encerré en mi habitación y empecé a llamar hasta que en una de esas contestó, me acordé que primero los modales.
—¡Hola mamá!
—¡________! Hace tiempo que no hablábamos.
—Sí, ¿no sabes qué me pasó? ¡El profesor no vino y se suspendió el examen!- Otra vez estoy lléndome por las ramas...
—Que bien,¿y tus hermanas?
—Abajo ¿y papá?
—Se ha ido a comer un bocadillo a la esquina.—Esa costumbre de mi padre de comer en la esquina, vete tú a saber que le ponen a esos bocadillos.
—Hay de un tema que quiero hablar.
—¿Que ha pasado?
—La abuela está en casa y dice que se quedara, ¡a partir de hoy! En casa.
—¿A partir de hoy? Tu padre le dijo que cuando terminase el mes de diciembre casi por enero. Así pagaría a Adrien redondeado.—Ella hizo una pequeña mueca
—¡Pero mamá! ¡Adrien no se puede ir!
—¿Y a que se debe eso?
—Nos hemos encariñado todas con él. Me enseña francés sin necesidad de usar el traductor y Melina e Irene no se pelan tanto desde que Adrien está aquí. ¡También sabemos cultura francesa!— Lo último era mentira cochina, pero vamos si iba a mentir debía de ser bien.
—¿Y para que está tú tía?
—¡Mamá no me iré hasta ahí para que me enseñe francés con su mirada que da miedo!
—Bueno, te las tendrás que arreglar sin él, ¡ya sabes que no tenemos dinero suficiente para pagarle!—Esta vez comenzó a enfadarse.
—Pero mamá...—Cuando por primera vez consigo un " amigo" que me haga reír, enfadar y me aguante con mis peores defectos se debe de ir. Sobre todo trata porque, me gusta mucho Adrien, de verdad.
—Nada de peros.
—Entiendo, ¿entonces cuando se irá Adrien?—Me coloco en cuclillas.
—Aproximadamente nosotros llegaremos en Marzo, ¡al final volvemos antes!
—Oh que bien—luego la conversación se tornó a su vuelta. Ya sabía que de alguna forma esto pasaría, aún así me esfuerzo en ilusionarme.Le dije a mi madre que todo iba normal, no hubieron detalles.
Volví a bajar.
La abuela siempre exageraba las cosas o entendía las situaciones mal.—¿Que ha pasado cariño?—Preguntó la abuela.
—Abu, has entendido mal las cosas, en realidad nos vienes a cuidar cuando llegase enero.
—¿Así? Igualmente le tenía que decir que no podía este mes, el trabajo.
—Oh,¿entonces te irás hoy?—Por un momento me alegré de que Adrien se quedara algo más de tiempo.
—Lamentablemente si— y el día transcurrió normal, después de todo nos divertimos igual. Y respecto a Adrien, se marchó según él para dejarnos tiempo familiar.
No tenía que vivir a base de ese chico, sabía que no se quedaría a mi lado por mis tontas ilusiones.Queréis ¿un "hard" leve?
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Ahora Mando Yo (Adrien y tu)-TERMINADA-
FanfictionCuando la extraña _______ debe quedarse sola con sus hermanas, su padre sobreprotector no tendrá más remedio que ceder a los deseos de su jefe; que su hijo con el ego muy alto aprenda a valorar las cosas. Adrien se verá obligado a saber el valor del...