#2

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Cuando la graja de Hershel aún existía.

Mis manos tomaron la camisa de Rick, mientras este aun estaba de espalda, lo había tirado al suelo de un solo saque.

—Escuchame bien cornudo de mierda. —Dije, apuntándolo. —Proteje a Carl antes que a tu mujer porque te rompo la carita de ángel que tenés de una sola patada, ¿Me escuchaste?

Y este se notaba confundido, solo suspire para negar rápidamente creo que le dolió más que le dijera cornudo pero, la cosas como son.

Rick: ¿Como que cornudo? —Pregunto el, totalmente inocente. Se hace el pelotudo cuando no lo es...O bueno, a medias. —¿Porque lo dices?

—Por el embarazo de Lori y porque el padre es Shane. —Dije sin más, haciendo que el me mire de una forma asesina, cuando horas antes me desnudaba con la mirada, se nota lo pelotudo, ¿No?

Rick: Deja de tratar a todos así. —El se levanto lo más rápido que sus flacuchas piernas le dieron para acercarse a mi, apuntándome con su asqueroso dedo, colocándose frente a mi, me cago en la altura. El es más alto que yo.

—Si no que, ¿Me vas a pegar machote? —Me puse de puntas, arquee mi espalda un poco para que nuestros pechos chocarán pero, mis grandes senos solo tocaban su trabajado pecho. La puta que me parió. —¿Tenes algo que decime, pelotudo de cuarta?

Y el no pudo decirme absolutamente nada porque quedo totalmente inmóvil mirando mis ojos, directamente a mis ojos color mierda. Y para cuando menos lo esperaba, no de verdad, no me lo esperaba.

Su mano estaba tomando mi nuca, acercándome a el para unir nuestros labios de un solo tirón. Hijo de puta, obviamente trate de separarme lo más rápido que podía, mis ojos se hicieron dos huevos fritos y la fuerza que tenia, parecía haberse tomado vacaciones, para cuando menos me lo esperaba, una vez más, ya me tenia acorralada contra uno de los árboles que había en el lugar.

Oh mierda, ahora no solo Rick es el cornudo.

Sus manos viajaron hasta mi cintura y no pude resistir soltar un pequeño gemido al sentir como sus manos apretaban ahora mi trasero, chau resistencia, hola a la hora del sexo. El lado bueno es que es de noche.

—Para pajero. —Trate de separarme de el, pero como dije antes, el es más fuerte que yo. —¿No haces esto por venganza hacia Lori, no?

Es cuando el se tensa y se separa un poco para poder verme, sus lindos ojos azules se clavan sobre los míos, lo escucho respirar bastante agitado.

Rick: No, hace tiempo te vengo mirando de otra manera. De una forma distinta, no como amiga, si no como algo más. —Dijo el, incorporándose un poco para poder observarme mucho mejor, agradeció que la luz de la luna nos este dando. —Luz, no quiero que seas mi amiga.

—Quieres que sea tu polvo, tu garche. —Negué.

Yo no soy la puta de nadie y menos de un sheriff cornudo.

—No, no entiendes. —Reí con sarcasmo al ver como este refregaba su mano contra su rostro. —Me quiero separar de Lori para estar contigo, ¿Que dices?

A la mierda, esto se pone bueno.

—Yo digo que me gustaría ver a la preñada con los humos por las nubes. —Es cuando mis manos pasan por su cuello. —Dejámelo pensar.

Entonces el sonrie antes de volver a acercarse a mi pero ahora con la diferencia de que ambos correspondemos al beso del otro y una vez más, todo se descontrola.

Que bipolar que soy, menos mal que este hombre me aguanta.

Ahora sos mi juguete... (Rick Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora