Ahora sos mi juguete... (Rick Grimes)

#7

Rick.

Veía como ella se pocisionaba sobre mi, colocando una de sus manos sobre su pecho mientras que otra aún sostenía aquel collar que me había puesto, me dolía que ella hiciera esto, que por el simple echó de ser tan orgullosa y vengativa, se olvidara de que tenía familia.

Carl la veía como una madre y Judith había comenzado a llamarla de esa forma, se que es mi culpa lo que hice, se que jamás debí engañarla pero, esto no esta bien.

Sentía como su trasero presionaba mi bulto por encima de las telas, ella apenas se había sacado su pantalón y a mi, solo me dejo en bóxer. Dios, amaba que ella hiciera esto pero no podía sacarme de la mente a Michonne, como la había hecho mía y como lo había disfrutado y luego, estaba Luz, que con cada gemido me hacia sentir en el cielo, con cada caricia me excitaba más y con cada beso que me daba, me sentía...Más querido, a excepción de ahora.

—Ya...Basta. —Dije, en un jadeo ahogado. Producto de la masturbación que ella me estaba dando. —Piensa en los niños.

Luz: ¿Y tu pensaste en tus hijos cuando te acostaste con la zorra? —Me interrumpió, dejando de moverse sobre mi, sus manos acariciaron mi abdomen y sus besos bajaron por mi cuello. —¿Que le ibas a decir a Carl? ¿Como detendrias a Judith cuando me dijera mamá? ¿Que ibas a hacer conmigo, Rick?

No supe como contestarle, lo que paso con Mich, no lo pensé dos veces y solo me acosté con ella. Ella tenia razón, Carl cuidaba de Luz como un hijo a su madre y Judith veía una madre en Luz, jamás sabría como decirle a mi hijo, que engañe a la mujer que jure amar. Un sollozo salio de mis labios, tenia que hacer algo pero no podía, no podía detenerla en este punto.

Y algo dentro de mi, tampoco quería detenerla.

Entonces sin decir más, ella siguió sus besos por mi pecho, abdomen hasta llegar al inició de mi bóxer, tomo mi erección para comenzar a mansturbarme una vez más, no me moví, solo disfrute porque después de todo, es lo único que podía hacer. Sus ágiles manos sacaron la única prenda que me quedaba y en cuestión de segundo tenia mi miembro en su boca, su cabeza comenzó a moverse de arriba para abajo, dejándome una sensación de placer que no sentía hace semanas. Desde la última vez que estuve con ella.

Porque era ella quien sabia mis puntos más débiles, porque era ella quien solo sabia complacerme en un cien por ciento, era ella quien siempre hacia lo que le ordenaba, porque había sido ella quien estuvo en la salud y en la enfermedad, había sido ella quien estuvo en mis momentos más fuertes y débiles, porque había sido yo, el imbécil que la engaño.

Porque fui yo, el idiota que la perdió.

Sentí el clímax acercarse, normalmente me correría en su boca pero esta vez fue distinto, en el ultimo segundo ella saco mi miembro de su boca e hizo que terminara sobre mi estomago. La miré muy confundido y pues, ella sonreía.

Luz: Hoy no, cariño. Hoy estas castigado. —Murmuro bastante ronca, volviéndose acercar a mi, relamiendo sus labios con una excitación notable en sus ojos.

Nuevamente sus manos terminaron en mi pecho pero una de ellas tomo nuevamente mi miembro, introduciéndolo dentro de ella. Un jadeo salio de mis labios, estaba apretada o lo hacia a propósito, su cadera comenzó a moverse lentamente, de arriba para abajo, su trasero chocaba con mis muslos y cuando sus gemidos comenzaron a escucharse, me sentía en la gloria. Decir que estaba completamente entregado a ella, seria poco.

Porque se que esto será lo ultimo que haré con ella. Porque ella sera de Negan, ella será un Salvador...

Sus besos húmedos volvieron a mi cuello, pero sin dejar de mover su cadera. Sentia como su respiración agitada se escuchaba cerca de mi oído, como ella jadeaba y murmuraba maldiciones a propósito, solo para excitarme mucho más de lo que ya estaba y entonces, succionó parte de mi cuello, dejándome seguramente una marca en ese lugar.

Luz: Un recordatorio. —Susurró, moviéndose con más rapidez. —Rick. —Jadeo, tomando la correa que había puesto en mi cuello, para acercarme a ella.

Decidí que era buena idea, meterme uno de sus senos en mi boca, lamiendo su pezón con lujuria. Escuche como decía mi nombre mientras sostenía mi cabeza. Y me vine, sin siquiera darle la chanse para que lo supiera.

Luz: Existe la pastilla del día después. —Sonrió. —¿Seguimos?

Esta volvió a sonreír, saco mi miembro de su entrada y bajo de la cama, para después quitarme las esposas. —Si eres un niño bueno, te daré tu recompensa. —Carcajeó. ahora era ella quien se recostaba en la cama. —¿De que eres capaz para salvar a tu morocha, Rick?

Y se que se refería a Michonne.

Luz: Complaceme. —Rió nuevamente.

Esta mujer me va a matar...