Ahora sos mi juguete... (Rick Grimes)

#11.

Luz.

—¿Y sabes que? —Le comenté al que estaba en la camilla, Negan solo me vio con una mirada de odio profundo. —A veces no se puede creer en cualquier persona, vos y yo, no somos tan diferente. Solo que yo no mató inocentes.

Aquello último me recordó a mi pequeño Carl, como el permanecía en el suelo sin mover una sola pisca de su cuerpo. Había muerto por mi culpa y no lo dejaría pasar así como así.

—Escuchame bien, Negan. —Murmure volviendo a el. —No voy a matarte porque quiero que veas en el mundo de mierda que vas a vivir, porque el infierno será mucho mejor que lo que te haré.

El no podía hablar pero cuando sonrió, me di cuenta que se burlaba de mi, una vez más. Un fuerte gruñido salió de mis labios y no pude evitar colocar mi mano en su cuello, apretando el mismo para hacerle doler. Un quejido salió de sus labios, mirándome con sorpresa.

—Como desearía poder dispararte, una bala entre ceja y ceja pero creeme que le debo demasiado a Rick. —Suspire, por fin soltandolo. —¡Por tu culpa perdí a mi hijo!

Y le escupí.

—Carl era quien más vida tenía, quien más pronóstico de una vida duradera tenía y tú, pedazo de gil me lo quitaste. —Unas cuantas lágrimas se acumularon en mis ojos, pero sentí que no debía de llorar frente a el. No iba a debilitarme de esta forma. —Y creeme que estando detrás de un par de rejas en Alexandria será lo mínimo, pero cuando venga aquí, rezaras para no verme.

Este iba a hablar cuando sentí las puertas abrirse, era Dwight con Michonne y Rick. Mi sangre se calentó de solo verlos juntos, Rick tenía sus ojos rojos y Michonne una notable cara de culo.

—Es todo de suyo.

Michonne: No es a el a quien queremos en este momento... —Susurró.

—Es una lastima, porque ahora yo ocuparé su lugar y ustedes trabajarán para mi a cambio de protección. —Estos me miraron, luego entre sí y nuevamente a mi, cuando iban a hablar, los interrumpí. —Protección de mi.

Una pequeña sonrisa se formó en mis labios, aquella que haría que sus cabeza explotaran por la rabia.

Pero era mentira, estaba totalmente arrepentida. Debí de ser una resentida alejada, aquella que no hace quilombo y solo tira indirectas.

—Volveré aquí en dos días, quiero la suficientemente comida para toda mi gente. —Y me cruce de brazos para luego comenzar a caminar hacia Dwight. —Y tu, devuelvele las cosas al mugroso.

El no dijo ni si, ni no pero solo me miro antes de salir primero.

Rick: Voy a matarte...

—Suerte con eso, cornudo. —Y reí, lo más fuerte que pude para luego salir de la enfermería.