Ahora sos mi juguete... (Rick Grimes)

#5

Luz.

¡Santa mierda! ¡Oh carajo! Esto es más bueno de lo que se suponía, si tan solo el lo disfrutará tanto como yo lo hago ahora mismo.

Esto fue así, yo amenace a Michonne cuando quiso tocarme porque ahora era parte de Negan, le rogué a Carl que no me mirará con odio aunque lo hacia y amordace a Rick ante todos los Alexandrinos.

—Bueno. —Dije con sarcasmo mientras me arrodillaba frente a el, con una pequeña carcajada saliendo de mis labios. —Piensa que con esto salvarás a tu grupo.

Este me miro rápidamente, sin entender sobre lo que hablaba, le sonreí con ternura, esta vez mi sonrisa era real.

—Rick, hice un trato con Negan. —Até más fuerte sus ataduras, sacándole un leve gemido de dolor. —Si yo soy suya, ya no les romperá el orto a ustedes.

Sus ojos mostraban dolor, desesperación pero más que nada, frustración. Realmente es un pajero que no entiende nada, aparte de querer vengarme de el, le estoy salvando el ojete.

Rick: Aunque eso no sucederá. —Susurró por lo bajo, mirando por encima de mis hombros, mire lo que el observaba y ahí lo vimos a Negan, riendo a carcajadas del peinado de Eugene. —No te acostaras con el, note el desprecio en tus ojos cuando lo mirabas, la falsedad de tus acciones cuando el esta cerca. No quieres acostarte con el, Rodriguez.

Uh, el señor quiere deducir mi cabeza llena de mierda pero no, eso no va a suceder. Di un suspiro para tomarlo por su chaqueta, lo arrastre conmigo mientras sentía el griterío de nuestro amado grupo, vi la mirada de Carl sobre mi, ya no debe de verme como una madre, ahora me quiere como cinco metros bajo tierra.

—A ver Rick, quiero dejarte algo en claro. —Dije bruscamente mientras abría la puerta de la casa donde ambos llegamos a vivir y tirándolo allí adentro, pero sin cerrar la puerta. —Si no haces las cosas al pie de la letra, tal y como te lo ordeno. —Hice un espacio, señalando a su grupo pero principalmente, a Michonne. —La morocha muerte...Y no de una linda forma. Si cometes un solo error, creeme que desearas haber sido mi puta, Rick Grimes.

Y mi sonrisa aumentaba con tan solo ver su expresión, se veía el miedo en sus ojos. Al final, no entiendo casi nada o bueno, me hago la pelotuda.

—¿La amas? —Murmure notoriamente molesta, este no contesto, solo vi como sus ojos se cubrían por una fina capa de lágrimas. Miré a Michonne unos cortos segundos antes de gruñir por lo bajo, acercándome bruscamente hacia Rick, tomándolo del mentón y haciendo que me mire a los ojos. —Cuando yo te hable, tu tienes que responderme, ¿Me entiendes?

Lo vi asentir con la mirada perdida. Sus ojos ya no mostraban aquel hermoso brillo que solía darme cuando estábamos juntos divirtiendonos, amandonos o simplemente estando juntos, no, ahora su mirada era fría y tosca, como cuando mato a Gareth. Entonces comprendí que apartir de ahora, seria la enemiga.

—Bueno Rick. —Dije entre dientes, cerrando la puerta de un fuerte golpazo. Mi sonrisa volvió a mi, de una forma de burla. —Vamos a quitarte la ropa, vas a ser mi puta.