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Un día me encontraba recostada en el sofá leyendo una revista que ni siquiera me interesaba, solo buscaba distraerme. Tenía unas ojeras marca diablo y casi no había comido en estos días.

Alguien tocó mi puerta.

Con pereza me levanté y abrí la puerta encontrándome con la horrible presencia de Sungeyon, pero sorpresivamente a su lado estaba él. Ahí estaba Hoseok con una bolsa negra en su mano y mirándome como si nada pasara.

-Hola querida.- sonrió Sungyeon.

-¿Hye, cierto?- preguntó Hoseok. Yo con pesadez asentí.

-Te trajimos esto.- extendió hacia mí la bolsa negra.

-¿Qué es esto?- pregunté desconcertaday la tomé.

-Son tus cosas. Sung me contó que estabas viviendo en nuestra casa porque habías tenido problemas, pero que ya tienes tu hogar, y vinimos a devolvértelas.- respondió Hoseok sonriente.

El corazón me dolió.

-Gracias.- susurré con un nudo en la garganta.

-¿Estás bien?- preguntó él. Y yo lo miré con dolor.

-Yo...-

-Bueno, nos tenemos que ir pequeña, que tengas linda tarde.- habló Sungyeon.

Entonces ella lo tomó del brazo y él, sin entender, la siguió. Me dio una última mirada rápida y caminaron de regreso a casa de Hoseok, yo cerré la puerta.

Aventé la estúpida bolsa contra el suelo con todas mis fuerzas, me senté en el suelo y comencé a llorar como si mi vida dependiera de ello.

Era horrible esta sensación.

Él ni siquiera sabía que yo vivía con él, que yo era su todo, qué él era mi vida, que teníamos planes juntos, él ni siquiera sabía quién era en realidad.

Dolía.



Hoseok P.O.V

Entramos a casa y yo me senté en el sofá.

No podía borrar el cómo me había mirado aquella chica. Su mirada expresaba un montón de sentimientos reprimidos. Pero ¿por qué?

-¿En qué piensas?- Sungyeon se posó sobre mis piernas.

-En nada.- le sonreí y ella me besó.

Era extraño. Sungeyon era mi novia, pero no sentía nada al besarla, era como si me diera rabia, pero no entendía por qué. Sus besos y caricias no provocaban nada en mí, y me sentía mal por eso.

Tal vez un día la recuerde y pueda corresponder el sentimiento al besarla.

-¿Qué pasa?- preguntó separándose de mí.

-Nada, en verdad.- la tranquilicé. Entonces mi cabeza dio una punzada.- Iré a la habitación por mi medicamento.-

Sungyeon asintió y se acercó para prender el televisor y poner alguna película o yo que sé, me levanté y un mareo me desequilibró pero logré mantenerme de pie. Subí las escaleras y mi cabeza dio otra punzada cuando abrí la puerta de la habitación.

Busqué el medicamento con urgencia, no recordaba donde lo había puesto y decidí buscar entre los cajones de mi habitación.

No lo encontraba.

Abrí un último cajón que estaba en la mesa de noche, y recordé que lo había puesto ahí anoche mientras moría de sueño.

Bingo.

Pero también había algo de lo que no me había percatado, una foto.

Una foto de la chica que visitamos, también estaba yo. Y no era solo una, sino varias fotos de nosotros juntos.

Joder.

Mi cabeza comenzó a doler como el infierno e intentaba sostenerme de cualquier cosa o mueble, pero solo logré tirar las lámparas y lo que había sobre los muebles. Cerré mis ojos con fuerza intentando soportar el maldito dolor.

Como una ráfaga infernal, la cara de Hye y de otros chicos se dispararon en mi cabeza, como una película llena de imágenes que se reproducían rápidamente sin control.

-¡Hoseok!- escuché un grito de Sungyeon.

Entonces lo recordé.

Recordé todo de golpe, un golpe que dolía y retumbaba en mi cabeza. 

Sungyeon, Jimin, Tae, Yoongi, Namjoon, Jin... Jungkook.


Hye.


Caught me ➳ J.H;BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora