Notas De Un Emigrante

Aún

Aun siento la melancolía en este corazón. Esa espina que aún se encuentra dentro de mi, que se a hecho más mi amiga que mi enemiga. Y aún no puedo decidir qué es lo que deseo para poder borrarla de mi, sí una salida a la soledad completa, una botella de vodka, o un abrazo interminable.

Porque aunque mis ganas de volver sean mucho mayores que mis oportunidad acá en esta ciudad, aunque llore como niño pequeño, la vida me ha dicho de mil maneras que aún no es tiempo para esas cosas. Que la suerte aún no está de mi lado, que necesito sufrir un poco más, que aún no he llorado lo suficiente. Y la vida me grita que ya a estas alturas no importa el arrepentimiento, que ya debo aceptar que mi historia no está escrita allá y posiblemente tampoco acá.

Pero realmente nosotros estamos escribiendo nuestro destino o ya está escrito como lo cuentan nuestros abuelos.
Porque ellos y los adultos siempre nos hicieron una ilusion de niños, una donde siempre pensábamos que la vida era de colores alegres y pura alegría, pero ya cuando fuimos creciendo nos enseñaron a patadas y lloriqueos que es todo lo contrario, que se vive más en gris que en rosa.
También nos dicen que el tiempo lo cura todo, pero sabemos perfectamente que no es así, bueno en mi caso no lo es, porque mi corazón aún siente como nueva esta herida que le han hecho, que aún el golpe de la patada que derrumbó todo mi mundo, aún es demasiado reciente. Que aún no puede evitar quebrantarme más cuando llego a recordar todas mis memorias, aún recuerdo perfectamente los detalles de las cosas que hacían latir con fuerza mi corazón, que hacían la vida un subí baja de emociones.

Pero he llegado a muchas conclusiones y son: Que aún no se como me siento emocionalmente, que aún soy un licuado de sentimentos, que mi mundo aún está destrozado y que aún no se como iniciar desde cero.
{DU}