Llegó el día que más anhelaba; estoy aquí, con enorme alegría, muchas emociones inexplicables y exceso de planes en mente.
Deseaba verle, quería mirar sus ojos y decirle mediante miradas cosas que con palabras no se pueden explicar.
Ví mi familia, recorrí los lugares donde hace mucho tiempo amé la vida con tanta intensidad pero la depresión sintió terror mientras desaparecía de mi ser.
Ví mis amigos, amé sus abrazos y las sonrisas que brotaban en sus bocas al verme después de tanto tiempo.
Me observé en el espejo de la casa y encontré en mis ojos el brillo que habían perdido, noté que mi sonrisa no era falsa, luego de tanto tiempo por fin estaba siendo feliz.Pero llegó el momento de ver a ese amor que deje en el pasado y que aún en el presente quemaba como ron en el fuego.
Esto puede sonar muy cobarde pero siento que evitarle es lo mejor que puedo hacer. Es cierto, voy a perder la oportunidad de llenar de amor mi corazón con un reencuentro, pero también estoy evitando el dolor de una nueva despedida.
Y es qué la distancia arruina hasta el momento más bello, más puro, más humano.
Se muy bien que esto es muy egoísta, se que negarme a un reencuentro es hiriente cuando hay amor de por medio; Sin embargo tengo muy claro que duele menos quedarse con las ganas que reabrir nuevamente la herida.
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Notas De Un Emigrante
No Ficción¿Qué sucede con las otras caras de la moneda que cuando se van del país, no ven todo de mil maravillas? Aquellos que sufren internamente porque han perdido todo lo que tenían pero no estamos hablado de lo material, sino de lo emocional. #140 no fic...