Capítulo 8

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Aquí está el siguiente capítulo!! Lamento tardarme tanto pero bueno, la misma vieja historia. Sé que me tarde bastante por lo que hice el capítulo más largo.

Espero les guste!!

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Justo después se escuchaban los pasos acercándose rápidamente a la puerta de cristal, levante la mirada para verlo acercarse pero él ya estaba ahí y nuestros ojos se encontraron. Podía sentir que estaba ya junto a él aún a través del frio y grueso vidrio entre nosotros.

Hasta ese momento me di cuenta de que lo que quiera que estuviera pasando valía la pena.

Pasó menos de un segundo y sin apartar la vista del otro escuché un ligero "clic" en la puerta y después su voz...

-Ely-dijo casi para sí mismo.

Maldición. Cuando esas palabras salieron de su boca me di cuenta de que él estaba vestido más formal de lo que esperaba. Una camisa de vestir azul claro con una chamarra de béisbol a rayas  grises y azul oscuro, un pantalón de vestir también azul y zapatos negros. Se veía bastante apuesto.

Abrí la boca intentando decir cualquier cosa pero la vergüenza me llevó a cerrarla casi inmediatamente.

-¿Sucede algo?- sonó casi preocupado.

-No, no es nada. Solo una estupidez que se me pasó por la mente.- traté de disimular.

-Vamos Ely, sabes que me puedes decir cualquier cosa.- dijo con esa ligera sonrisa que siempre tenía.

-Es solo que, bueno tú estás muy formal y yo estoy aquí parada con una playera de Star Wars.- mis mejillas ardían.

-No te preocupes por eso, te ves tan bien como siempre.- Gracias a Dylan mi rostro ahora conocía colores naturales de rojo mayores a los que alguna vez pude imaginar.

-Eso no ayuda mucho, ¿sabes?- intenté evadirlo.

Ambos reímos un poco y él extendió su mano hacia mí.

-Vamos adentro, hace frío aquí.

Tomé su mano y Dylan comenzó a caminar hacia adentro.

-Espera, ¿cómo sé que no eres un psicópata y que esto es parte de una trampa?- dije bromeando sobre nuestra conversación una hora atrás.

-Podría serlo, nunca se conoce del todo a una persona ¿cierto?- aun dándome la espalda podía notar que estaba sonriendo.

Al entrar a la casa aun sosteniendo su mano quedé algo asombrada.

-Dylan este lugar es hermoso, no entiendo que quieres cambiar.- estaba un poco confundida.

-Bueno, el interior no está tan mal pero creo que mi jardín es el que necesita toda la ayuda que me puedas ofrecer.- dijo un poco apenado.

-Vamos, no puede estar tan mal.

Estaba muy equivocada. Sí que estaba mal, las plantas estaban muertas y lo único que podía ver era una piscina y un par de sillas de plástico. No me malinterpreten, la forma en que estaba diseñado el jardín era completamente genial pero era muy notorio que nadie se preocupó por cómo lucía en estos momentos.

Creo que Dylan notó mi expresión de sorpresa al ver su peculiar jardín.

-Vaya, esto es… ciertamente una sorpresa- fue lo mejor que pude decir sobre el lugar.

-No digas más, sé que es horrible. Realmente no he tenido muchos cuidados con esto.- Muy dentro de mí me alegraba un poco de que ahora él era el que tenía el rostro rojo.

The Firework EffectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora