Capítulo 11

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Aquí está el siguiente capítulo!! Por favor lean la nota o página (?) anterior, tiene algunos avisos que me encantaría que leyeran, espero les guste el capítulo!

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-¿Te puedo acompañar a tu apartamento?

Entonces levanté la mirada e hice lo único que me juré no hacer ahora mismo, antes de que pudiera evitarlo su mirada se encontró con la mía...

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*Dos semanas después*

-¿Ya me vas a contar que pasó aquella noche?- preguntó Paulina mientras me ayudaba a levantar una caja. En 6 días sería el cumpleaños de Dylan y debíamos tener la casa lista a tiempo para su fiesta. Me sentía nerviosa, mucho. Estaba segura de que terminaríamos el trabajo pero, ¿entonces qué?

-No sucedió nada interesante- mentí.

Después de que llegamos a mi edificio Dylan pregunto sin más "¿Te puedo acompañar a tu apartamento?". Me dejó desarmada con solo verme a los ojos y acepté.

El tiempo en el ascensor fue algo incómodo pues ninguno decía nada y no ayudó en lo absoluto que la vecina rara del quinto piso subiera para visitar a su amiga igual de rara tres pisos arriba. La mujer murmuraba cosas para sí misma y de reojo alcancé a ver a Dylan conteniendo una risa lo cual hizo que yo también comenzara a reír. Una vez que la mujer bajó dándonos una mirada que bien podría habernos matado no pudimos contenernos más. Poco a poco sentía la tensión irse mientras llegábamos a mi departamento en el último piso.

Abrí la puerta y ambos pasamos. Dejé mis cosas en un pequeño closet al lado de la puerta y él dejó su chamarra.

-¿Quieres algo de tomar? No tengo muchas cosas pero debe haber jugo o algo así.

-Claro, lo que tengas está bien.

Giré y fui directo a la cocina. Busqué dos vasos y después de una eternidad buscando en el refrigerador encontré agua mineral. Mientras caminaba de regreso a la sala pensé en escenarios estúpidos en los que Dylan escapaba después de ver el casco de Darth Vader que conservaba en la sala como decoración o que había caído dormido en uno de los sillones. Lo vi parado junto a una de las inmensas paredes de cristal que dejaba ver toda la ciudad y me acerqué.

-Aquí está- dije dándole uno de los vasos.

-Elise Blair, ¿Estás intentando embriagarme con vodka?- dijo con falso dramatismo.

-El vodka ni siquiera tiene burbujas- contesté divertida.

-Confiaré en ti- dijo y siguió viendo hacia la ventana mientras daba un trago a la bebida.

Ambos observamos la ciudad sin decir nada por un par de minutos.

-La vista es grandiosa- dijo finalmente. Lo pensé por unos segundos antes de hablar.

-Ven conmigo.

Caminé no muy segura de si esto era correcto pero sentía que debía hacerlo. Mi habitación era mi refugio y estaba a punto de dejarlo entrar.

Abrí la puerta a mi habitación y pasamos, Dylan estaba algo confundido pero me siguió hasta el otro extremo y abrí la puerta de cristal que daba a uno de los dos balcones. Nadie más había estado aquí antes ni siquiera mi prima.

Lo único que había era un sillón largo y blanco en el que solía quedarme hasta tarde. Debo admitir que la vista era incluso mejor desde este punto. Tal vez por eso lo conservaba para mí misma.

The Firework EffectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora