Capítulo 06

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— A ver si entendí... Él solo quiere sexo —resumió mi amiga de lo que le conté.

— Sí, exactamente.

— ¿Y a vos que te parece, estás de acuerdo?

— Sí, creo que sí. Mirá, no estoy en una relación con nadie, no le veo el problema.

— No hay problema pero... Pensé que era de esas a las que les importa los sentimientos.

Hice silencio una vez más. Sí, yo era de esas que decía mi amiga. Siempre me importó lo que pensaba otra persona de mí, me gustaba estar rodeada de gente que me quería de verdad y no de personas que solamente me tenían por algún beneficio. Esa era la verdadera Malena, y me había dado cuenta que estaba cambiando pero no quería aceptarlo. Y no quería hacerlo porque no me gustaba ser de esa manera, pero era de la única forma que tendría a Julián.

Miré a Camila sin decir nada, sabía perfectamente que me entendería con solo mirarme a los ojos. Su expresión cambió en un milisegundo, su sorpresa se hacía presente.

— No —negó con ma cabeza —. No puede ser —me agarró de los cachetes con ambas manos—. Male, mirame. ¿De verdad? Él te gusta, ¿no? Por eso aceptaste, porque así estaría cerca tuyo.

— Tal vez en uno de estos días le diga que mejor no quiero nada... No sé, Cami.

— ¿Hace cuánto que hablaron de esto?

— Una semana exactamente. Nos vimos cuatro veces más pero ni siquiera me habló.

— Male... No necesitás eso. Sabés perfectamente que cualquier chico quisiera estar con vos así que espero que lo pienses bien y no te estreses por un pelotudo como Julián.

— Quedate tranquila. Igual, ¿sabés qué? Cuando estamos solos, bueno las pocas veces que estuvimos, fue muy... Aaah no puedo explicarlo.

Su pícara sonrisa floreció al igual que la mía.

— ¿La tiene grande?

— Ay, Cami, no puedo contarte —reí—. Bueno, está bien, sí, es grande y lo hace tan rico —me tiré hacia atrás en mi cama y terminé acostada sobre mi almohada. Abracé mi oso de peluche y cerré los ojos pensando en él.

— Que suerte la tuya. ¿Quién no desearía acostarse con él?

— Prometimos no acotarnos con nadie más mientras nosotros lo hiciéramos.

— Esperá, esperá. ¿Nada de sentimientos mientras cogen, no pueden hacerlo con nadie más, él te habla cuando quiere y vos vas cada vez que a él se le canta el orto?  ¿Vos le hiciste prometer algo por lo menos?

— No, sólo le había dicho que no quería que ninguno del elenco lo supiera.

— Tengo una una idea.

— No, Cami. Dejá. Yo acepté eso porque me parece bien. No quiero cagarla, me gusta acostarme con él, ¿sí? Y lo voy a seguir haciendo hasta que me canse pero te prometo que no voy a enamorarme, solo me gusta y cuando me canse no lo va a hacer más. Me gustaría en un furuto estar con una persona que me quiera de verdad, esto es solo un juego mientras estamos al pedo.

— Mirá, él a vos te gusta. Y si él hizo ese trato con vos seguramente también le gustes.

— Ya te dije miles de veces qué fue lo que me dijo. Le gusta mi cuerpo, no mi personalidad.

— Bueno, justamente... —sonrió a media palabra dejando la frase en el aire.

— ¿Que? ¿Qué vas a decir?

— ¡Que lo conquistes vos! Que lo vuelvas loco, que te desee. Eso haría yo si tuviera una oportunidad como la suya. Si el chico que me gusta no gusta de mí, pero quiere tener sexo conmigo, lo seduciría y haría que se enamorara de mí y perdiera su trato para que después me ruegue como un perrito y así yo poder sonreír diciendo "perdiste, hijo de puta". Y, claro después le pediría perdón, nos casaríamos y tendríamos diez hijitos.

— No sé cómo se conquista un hombre.

Camila se acercó a mí y apretó con su dedo índice el centro de mi pecho.

— Solamente tenés que ser vos. Solo... exageralo un poquito. Buscalo, ignóralo, buscalo ignoralo de vuelta, dominalo en la cama, no hagas que se aburra, ¿entendés? ¿Él te dice cosas atrevidas mientras garchan? Hacelo vos también, no tengas vergüenza y animate. A él le va a encantar.

— ¿Y ahora por dónde empiezo?

— Ahora mandale un mensaje. Es viernes, seguramente esté libre. Mandale mensajitos sucios y él te va a buscar solito. Y ahora, me tengo que ir, ya es tarde. Después me contás todo —me saludó rápidamente y salió de mi habitación. Estaba segura que solamente se fue para que yo me anime a hablar con Julián.

Respiré profundo sintiendo la adrenalina correr en mi interior, tenía miedo y a la vez estaba ansiosa por ver su respuesta. Abrí su chat y pensé cómo podía empezar. Sí, ahora tenía una conquista pendiente.

Conquista Pendiente - HOT {+17}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora