Los labios de Julián sobre los míos, fogosos, llenos de fuerza. Era una maravilla. Tenerlo caliente por mí, era una sensación única. Yo también quería que pasara, ,deseaba tenerlo dentro mío.
El ascensor se abrió y salimos al pasillo, agradecía que no haya nadie. Julián me guió a su puerta y mientras la abría ya estaba sacándome la remera. Cerró detrás nuestro y no presté atención a nada de mi alrededor. No me importaba lo que había, no me importaba como era su casa, no quería saber cómo tenía su departamento. Solo pensaba en lo que me daría y eso era más que suficiente.
Camino a su cama perdí también mi pantalón, ahora solo estaba en ropa interior. Tenía un conjunto negro, el que Julián se tomó el tiempo de observar mientras yo le suplicaba que me hiciera suya de una vez por todas.
Su respiración estaba agitada al igual que la mía, apenas respirábamos pero eso tampoco importaba. Me deshice de mi ropa interior y me senté arriba de la entrepierna de Julián cuando él se acostó. Todavía tenía toda su ropa puesta, pero pronto no la tendría.
- Hablame sucio - supliqué. Su sonrisa se formó enormemente.
- ¿Te gusta que te hable sucio? - preguntó seductor, mientras acariciaba mi culo.
- Me encanta.
Empecé a masajearme los pechos con mis propias manos para hacer que él se tentara. Quería que él me tomara por su cuenta, que se sacara todo sin resistirse a mí.Empecé a balancearme encima suyo, arriba de su amigo ya erecto pero totalmente escondido dentro de su bóxer.
- ¿Querés que te suplique o qué? - pregunté media molesta. No podía creer estar tan caliente, que me ardiera mi entrepierna y él no hiciera nada más que mirarme mientras se mordía los labios.
- Vení que te chupo un poco esa conchita - apretó su mano en mis glúteos y con un poco de fuerza me ayudo a ponerme frente a su cara. Su lengua atacó rápidamente mis labios vaginales y los succionaba calmando un poco mi ardor. El placer empezó a tomarme de apoco mientras jugaba con mi clítoris y gemía teniéndome adentro de su boca -.¿Querés tenerme adentro tuyo, bebé?- Julián me apartó para sacarse su ropa. Tiró todo a un costado de la cama y por fin pude ver su pene erecto otra vez.
- Sí, te necesito ya.
Me senté en la cama y apoyé mis codos sobre el colchón, sin apoyar del todo mi espalda. Abrí mis piernas lo más que pude y me toqué para llamarlo a que entre.
- ¿Tomáss pastillas o uso forro?
- Las tomo, no te lo pongas.
Se acercó con su miembro entre las manos y cerré los ojos esperando su llegada. Cuando lo sentí en mi entrada solté un leve gemido. Esperé que entrara pero no lo hizo; deslizó su pene entre mis labios una y otra vez, tentándome.
- Pedímelo.
- Julián, por favor.
- Pedímelo.
- Metémela, ya, por favor... -suspiré mientras sentía que se posicionaba ya para entrar.
- ¿Hasta dónde querés que te la meta, bonita?
- Toda, dámela toda.
Y por fin llegó, de un solo movimiento hizo que entrara dentro mío. Gemí a gusto al sentir su gran miembro en mi vagina. Se empezó a mover despacio, estaba tan concentrada en eso que casi no sentía sus caricias en mi pierna.
- Me encanta que te mojes tanto conmigo. Estás tan... apretadita... Me encanta...
- Ahh... - mordía mis labios del placer que sentía.
- ¿Có-cómo me... llamo? Gemí mi nombre par-ra mí...
- Ayy... Julián... Mmh... - empezó a acelerar su cadera y su pene entraba y salía con rapidez. Empecé a gemir más fuerte, sus movimientos me hacían perder el control.
De repente, Julián salió de dentro mío y abrí los ojos para ver lo que pasaba. Se sentó en la cama y me llamó ara que me subiera arriba suyo.
- Cabalgame, dale.
Subí arriba suyo y metí su pene dentro mío otra vez. Subí mi cuerpo y lo volví a bajar, así unas cuantas veces hasta comenzar con pequeños brincos.
Julián era el chico más grande con el que había estado, hablando de su tamaño. Y me encantaba, se sentía delicioso tenerlo dentro mío, como se deslizaba su coso caliente. Me gustaba cómo me hacía abrirme, tener su miembro grueso llenándome completamente.
- Ohhh Male, sí... no pares... mh... -gemía mientras masajeaba mis tetas que rebotaban por cada salto que yo daba- . Mejor paará... ah... pará...
Frené mis movimientos sin saber por qué. ¿Qué quería ahora?
- Date vuelta, en cuatro.
Sonreí y besé sus labios profundamente antes de ponerme en posición de perrito. Separé mis piernas y me saqué culo lo más que pude. Se colocó detrás de mí y volvió a tomar el control de los movimientos. Tampoco duramos muchos minutos así, pronto el orgasmo lo estaba llenando y después del pre semen que dejó dentro mío me hizo arrodillarme delante de él para acabar en mi cara. Sí, por tercera vez. Pero no dije nada, no podía quejarme. A mí también me gustaba eso.
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Conquista Pendiente - HOT {+17}
Teen FictionSINOPSIS: Malena Narvay y Julián Serrano son compañeros de trabajo. Ambos tienen la vida un poco complicada; y sí, ¿qué famoso no la tendría? Las horas que pasan juntos en su jornada laboral no son suficientes y necesitan de estos encuentros para sa...