¿LOS HIJOS DE UN YOKAY? (Sesshome)

capitulo 2

Al día siguiente la primera en despertar fue kagome, tomo un kimono de sacerdotisa pero en vez te poseer el color rojo característico era verde. Se dirigió al lago y se bañó relajándose de todas las emociones mayormente la nostalgia que le estaba causando el lugar. Suspiro y salió del lago y se colocó el traje que trajo, se amarro su cabello el cual había crecido con los años hasta un poco más debajo de su rodillas, se hizo una cola de caballo con una cinta blanca, puso dos partes de su cabello pequeñas líneas por detrás de su orejas para que taparan la marca que tanto daño le había causado y condenado.

-mama-saludo hiromi la cual corría hacia ella junto con satomi y las gemelas.

-chicas-le saludo con una leve sonrisa.

-señora kagome...-comenzó la que kagome identifico como Kira-¿nos enseñaría de plantas? Mama no sabe mucho y hiromi dijo que usted sabía al igual que la tía kikyo y los demás tíos...-susurro lo último.

-cierto, ¿rin está aquí?-pregunto kagome las chicas exceptuando a las dos futuristas jóvenes asintieron sin comprender el gran cambio de tema, las jóvenes futuristas si entendieron pues la adulta siempre hablaba de la niña alegre que tanto quería.- llévenme con ella por favor.

Las jóvenes no sabían porque la sacerdotisa quería ver a la chica más apartada de toda la aldea, existían muchas leyendas de esa joven las cuales consistían que no tenía alma, o que se había entregado a un demonio y lo había asesinado luego con sus propias manos, aunque los adultos o adolecentes mayores lo negaban pero nunca daban razones.

Al llegar a una cabaña alejada de todo, kagome se acercó y cuando estuvo a punto de tocar, las gemelas la detuvieron y negaron.

-¿Qué pasa?-pregunto

-yo que usted no me acercaría señora kagome, hay muchas historias de esa joven y ninguna es buena-dijo min.

-bobadas-se soltó y toco.

Después de unos segundos salió una chica con ojos serios, con un quimono naranja con detalles de fuego su cabello suelto hasta la cadera.

-¿rin?-pregunto feliz, los ojos de la joven brillaron y sonrió mientras en sus ojos se comenzaron a acumular lagrimas-mi bebe-la abrazo.

-mami-sollozaba la joven aferrándose a la adulta temiendo que aquello fuera una cruel ilusión después de todo no habría sido la primera vez-¿eres tu verdad? ¿No otra ilusión?-pregunto.

-no pequeña, estoy aquí-miro a su hija- hiromi busca a haru...rápido-dijo de forma tranquila.

-si-corrió.

-vamos adentro rin, necesitas calmarte.-al entrar kagome hizo te para todas la jóvenes, las gemelas estaban incomodas pues la chica no parecía ser una asesina ni una persona sin alma como los rumores describían.- ¿mejor?-pregunto al ver como su respiración no era tan rápido. Rin asintió y vio al alrededor sin ninguna expresión, kagome rio.

-mucho tiempo con el-aseguro kagome.

-¿Qué hacen aquí...min, Kira?-pregunto rin ignorando a kagome la cual se colocó la mano en el pecho fingiendo indignación.

-¿nos conoces? -preguntaron al mismo tiempo asombradas las gemelas.

-yo conozco a sus padres desde que tengo nueve años-respondió tomando un poco de té.

-no lo sabía-respondió min.

-lo sé-susurro.

Kagome sintió la energía de sus cachorros acercándose, sonrió con ternura.