Bad Papi -[Justin Bieber]-Hot-

Cap 35

- Y, ¿qué tal van los preparativos? .-Preguntó Josh, el novio de mamá, mientras se llevaba un espagueti a la boca.

Sonreí falsamente tratando de tapar la gran preocupación que me producía el llamar a Justin.

-Genial. Samantha y yo, iremos esta tarde a comprar los vestidos. -Respondió mi madre por mí, ahorrandome el tener que mentir.

Al terminar de comer subí a mi habitación a descansar, necesitaba una siesta, ya que por las noches no dormía nada. ¿ Por qué? , por el. No me creo capaz de seguir con  este vacío comparable con el fondo de un pozo interminable.

Me acosté en la cama y cerré mis ojos, al hacerlo, pude ver su cara pintada con  mayor detalle. Sus labios, sus ojos, su mandíbula que normalmente se encontraba marcada.

-Justin ....- Susurre antes de caer en un dulce sueño.

***
-¿Qué haces aquí? .- Preguntó la joven.

Él no respondía, ni lo haría.  Prefería ocupar sus últimas horas observando a la mujer de sus ojos. Era tan bella, pensó el joven de ojos miel.

-Di algo, por favor. Necesito oír tu voz.

Pero la desesperada insistencia de la joven, no hacían hablar al siniestro encapuchado, que tan sólo dejaba a la vista unos ojos dorados.

Y con una ráfaga de viento, el desconocido se desvaneció, perdiéndose en la memoria del amor.

****

¿Qué había sido ese sueño tan raro?. Desde que Justin se marchó, soñaba con cosas raras sobre la ausencia de un joven de ojos dorados.

-Samantha, vístete, que nos vamos.- Dijo mi madre desde el piso de abajo.

Haciéndola caso, me puse un jersey holgado y algo grande, conjuntado con unas botas militares. Bajé las escaleras y junto a mi madre, salí dr casa.

***

-¿Qué tiene en mente, señora? -Preguntó la asistenta que trabajaba en aquella carísima tienda de trajes y vestidos de ocasión. La mujer, era rubia y tenía unas largas y bronceadas piernas que sostenían su perfecta cintura. Comparé a la asistenta con la que seguramente sería la actual novia de Justin ....

Después de haber recorrido miles de tiendas en busca del vestido perfecto, fuimos a la más sencilla tienda. Y finalmente, dimos con el indicado.

-Mamá, estás impresionante.-Sonreí, se veía realmente guapa.

-Gracias cariño, ahora toca elegir el tuyo.- Comentó mi madre mientras se observaba ilusionada en el espejo que decoraba la estancia.

Encontrar mi vestido fue menos complicado, al igual que el estilo de mi madre, era sencillo. Tenía todaa espalda al descubierto, y por delante caía en forma de gasa hasta mis pies. Era precioso.