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Soonyoung se encontraba recostado en su cama, los recuerdos de cuando conoció a Minghao lo invadieron aún recordaba la emoción que sintió cuando lo miro por primera vez en aquel parque festejando el cumpleaños de Jihoon.

Jihoon, realmente lo extrañaba y estaba preocupado, ya habían pasado casi 9 meses desde que lo había abandonado y durante ese tiempo no tuvo noticia de él, nadie le querían decir sobre dónde estaba porque creían que el iría tras el pequeño para hacerle más daño.

—¿Por qué tenías que enamórate de mi?—dijo Soonyoung al vacío.—¿por qué no podías ser feliz por mi?

Él se levantó, realmente deseaba poder verlo y poder decirle que regresara con él aunque eso significara el sufrimiento de Jihoon.

—Eres un tonto Jihoon por dejarme.—Soonyoung se quedó en silencio y se dio cuenta de lo solo que estaba.—Necesito salir.

Él tomó algo para abrigarse y salió rápidamente del departamento, cuando iba caminando por aquellas calles desconocidas deseó poder tener a Minghao a su lado para que le dijera que todo estaría bien en cuanto olvidara a Jihoon, pero ¿como olvidarlo? lo conocía de toda la vida, era como perder una parte de él, era decirle adiós a todos años de sonrisas, bromas absurdas y largas charlas durante las noches.

Era casi imposible decirle adiós al recuerdo de Jihoon.

—Ojalá pudieras estar aquí.—dijo Soonyoung para sí mismo.

Eran tanto el deseo de él por ver a su pequeño amigo que incluso le pareció verlo en un inicio creyó que era simplemente una mala jugada de su mente pero había algo en ese chico que había visto, quizás había sido la forma en que camino o su pequeña complexión.

—¿Jihoon?—Soonyoung lo buscó con la mirada, pero había desaparecido.

Algo andaba mal con él y era el hecho de que él lo extrañaba bastante, pero no quería admitirlo

Love is obviousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora