2 1 0
                                    

Te fuiste cuando mas te necesitaba, cuando más gritaba tu nombre sin escuchar respuesta alguna, entregue mis insomnios a alguien que dormia tranquilo sin preocuparse que la noche me consumiera completa.
Hise a un lado los alimentos por alguien que de manera tranquila saboreaba la comida sin pensar que yo deseaba un bocado.
Dejé de mirar rostros bellos y ojos hermosos solo por pensar en esos dos luceros que poseias en tu rostro mientras que tu te complacias mirando cuerpos esbeltos y rostros de porcelana intactos.
Me apagué por completo para que tu resplandecieras y cautivaras con tu brillo, sin importar que yo fuera invisible para ti.
Y entonces pasó, desperte por la mañana con una nueva sensación, me miré al espejo y sin dudar me dije a mi misma que era hermosa, y por primera vez en meses, me sentí orgullosa de eso.
Me puse mi mejor ropa, y sin dudarlo me coloqué mi mejor accesorio, mi sonrisa.
Y sin dudarlo salí a la calle mostrandole a la sociedad que la antigua yo, habia regresado, pero ahora mas fuerte y segura de lo que era.
Y entonces lo miré, por su expresión pude darme cuenta que se sorprendió muchísimo por mi apariencia; sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo y mi corazón empezó a latir mas fuerte, y entonces pasó, me dibujé una grandisima sonrisa y algo nuevo se creo en mi, algo llamado orgullo.
Pasé a lado de él como si nada, inmóvil se quedó, con la boca entreabierta y mirando mi caminar.
Me reí yo sola y seguí caminando. Después de mucho tiempo, era la primera vez que me sentía mas nueva que nunca, mas realizada, mas libre.

EscritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora