Justin Bieber el más poderoso CEO de Bieber Enterprises, es un Daddy Dom,solo que él no ha tenido una pequeña en casi dos años. Él había ido a subastas, pero se iba sin nada. No le gustaban las pequeñas que veía allí.
Nezther era una hija no desead...
Nezther parece estar sumida profundamente en su mundo hoy. Como si estuviera tratando de protegerse de algo.
Noto su pequeño cuerpo de pie en el marco de la puerta mientras termino de prepararme para ir a trabajar. -¿Qué pasa, princesa?- Arreglo mi corbata en el espejo.
-El tío Jason está aquí,- murmura sobre su chupete.
Suspiro, dando la vuelta. -Cariño, sólo estaré fuera un poco.- Le abro mis brazos, -Ven aquí.
-No,- gira sobre sus talones y sale corriendo.
Gimo en voz alta y vuelvo a prepararme. Bajo para ver a Nessie acurrucarse con una manta en la esquina de la sala de estar. -Levántate, cariño. Papi se va,- extiendo mi mano hacia ella.
Se levanta lentamente de su posición sin tocar mi mano y entierra su cara en mi pecho. -Adiós, papi,- susurra.
-Adiós, cariño.- Planto un beso en su frente. -Te veré en unas horas. ¿Quieres que traiga algunas galletas después?
Veo como su rostro se ilumina y me empuja hacia la puerta. -¡VE A BUSCARME GALLETAS!
-Me voy Jason.- Le grito.
Entra en el vestíbulo. -De acuerdo, Justin.
Jason
-Tío Jason, ¿puedo comer cereales? Papi no me dio de desayunar esta mañana,- hizo un puchero Nezther.
Rio entre dientes y asiento con la cabeza. -Claro, cariño. Ve a elegir.- Le ordeno a la pequeña. La veo alcanzar los cereales de miel y noto una larga cicatriz a lo largo de su pierna. -Ness, ¿Qué es eso?- Vierto el cereal en el bol junto con un poco de leche.
-¿Esto?- señala la marca oscura. Asiento como respuesta. -Mi padre me lo hizo,- se encoge de hombros. -No le gustaba mi tartamudeo cuando me asustaba. Coleccionaba grandes espadas y cada vez que se enfadaba, me hacía daño a mí y a mi mama con ellas. Es por eso que mi mama me ayudó a huir.- Explica antes de tomar un gran bocado a su comida.
-¿Tu papa lo sabe?
Ella asiente, -si, hable con el ayer.- cuando termina de comer, voy a ayudarla a vestirse.
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La primera mitad del día, la pasamos viendo películas y jugando al escondite. La segunda, Nessie duerme su siesta. Se quedó dormida en el sofá, acurrucada con su zorro de peluche y su taza de la princesa Sippy. Justin volvió a casa sobre las 5. Trajo la cena y galletas.
-He comprado comida suficiente para que te quedes a cenar.- Afirma.
Agito mi mano, - Está bien, hombre. Gracias por la oferta. Pero tengo una muchedumbre de la que ocuparme.- Se ríe entre dientes mientras salgo hacia fuera.
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-¡Encuentra a ese cabrón, perezoso hijo de puta!- le grito en la cara a uno de mis trabajadores.
Asiente y desaparece rápidamente. Saco mi teléfono y marco el número de Justin. -¿Hola?"- gruñe.
- Hey, ¿Qué pasa?- actúo normal.
- Estoy tratando de alimentar a Nezther. ¿Por qué llamabas?
Sonrío con satisfacción.- ¿Sabes que ese hijo de puta arruino la vida de tu bebé?- Contesto con un leve zumbido. - Cuando lo encuentre, lo matare.
- Buena chica, Cariño. Ve a buscar una galleta,-la anima. Carraspea su garganta. - No... yo me encargare de golpear a esa mierda.
Asiento lamiendo mis labios secos. - Trato hecho.- Cuelgo.
Encontrarlo no debería ser tan difícil, ¿verdad? Lo tendré en mi sótano mañana por la tarde.
