My precious princess - Justin Bieber ~Spanish Version

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Justin.

—Voy a morir aquí. Pattie me va ganando en esto, cada día —mi bebé llora a diez pies de mi.

—¿Por qué estas hablando así? —ella se da la vuelta rápidamente, revelando su cuerpo desnudo y lleno de cicatrices. 

—Dios mío —yo susurro.

Le abro los brazos y me pongo en cuclillas. Ella camina hacia mí, moviéndose lo mejor que puede. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo ensangrentado. 

—Bebita...

—Papi... —ella llora.

Me alejo y le doy mi camisa. Nos ponemos de pie y le limpio las lágrimas. 

—Vamos a subir. El tío Jason está aquí —le digo.

Ella mira sus piernas cubiertas de sangre. 

—¿Po-podemos irnos? Yo no quiero que tus amigos me vean —tartamudea.

Beso su frente. 

—Por supuesto bebé. Vamos —la conduzco arriba y afuera de la casa. Jason nos ve, sonríe y asiente. Abro la puerta trasera del auto de mi mejor amigo. Una vez que ambos estamos dentro, ella se sube a mi regazo, sollozando fragilmente—. Mi ángel —le acaricio el pelo—. Mi preciosa, cariño. ¿Estás bien? Vamos a llegar a un hotel para que papi pueda limpiarte.

—Te extrañé mucho —dice.

Asiento, enterrando mi cara en su hombro. 

—Te extrañé también, pequeña. Pero estoy aquí ahora, ¿de acuerdo? Y no te voy a dejar salir de mi vista —mi voz se resquebraja.

—Nessie... —Jason se sube a nuestro lado—. Cariño, ¿Estás bien? ¿Quiénes eran? ¿Qué te hicieron?

Ella llora cada vez más fuerte, notificándonos que no quiere hablar. Jason se sube al asiento delantero y comienza a conducir. 

—Eres tan hermosa —la arrullo y beso su frente.

Ella resopla, secándose los ojos. 

—Seguro que estoy demasiado hermosa ahora —murmura sarcásticamente.

—Oye —cojo su cara con ambas manos—. Tú eres un Ángel. Eres tan hermosa y perfecta, cariño. Te amo mucho —le beso la nariz.

—Te amo, papi —se acurruca contra mí.

La sostengo allí hasta que comienza a retorcerse. 

—¿Qué pasa, gatita? —pregunto suavemente.

Nezther se aleja de mí. 

—NO —ella grita—. ¡NO ME LLAMEN ASÍ! —grita.

—Está bien, cariño. No lo haré, cálmate, ¿vale? —extiendo la mano para tocar su cara.

—¡NO! —ella solloza—. NO ME TOQUES NUNCA.

Rápidamente me alejo de ella, solo miro su colapso. 

—Jay... —Jason me devuelve la mirada—. Ven aquí y dale un tiempo a solas.

Suspiro, trepando por el asiento. La miro a través del espejo retrovisor. 

—¡DEJA DE MIRARME. RECONOZCO QUE SOY UN MOUSTRO, SÉ QUE TENGO UN HORRIBLE ROSTRO AHORA, ASI QUE DETENTE!

Jason agarra mi brazo mientras trato de darme la vuelta. 

—Déjala, Justin.

Lo empujo con cuidado, porque él está conduciendo y trepo por la parte de atrás. 

—Nezther Grace, mírame ahora mismo —agarro sus dos brazos. Ella llora, mirándome a los ojos—. No hables así de ti misma, ¿entiendes? —sigue llorando y no responde—. Eres una hermosa mujer. Eres inteligente y ambiciosa. Tengo mucha suerte de tenerte en mi vida. Te amo muchísimo. Tú eres mi mundo entero. Por favor, no hables así de ti —una lágrima se desliza por mi mejilla.

—¿Cómo es que me amas? —pregunta entre gemidos.

Meto un mechón de su cabello sucio detrás de la oreja. 

—¿Cómo así, princesa?

—¿Cómo me amas? —ella llora—. Soy fea, asquerosa y repugnante. Soy repugnante.

Sacudo mi cabeza, más lágrimas salen de mis ojos. 

—No eres repugnante, bebita. Eres muy hermosa —sonrío tristemente—. Me encanta todo de ti —susurro.

Jason se adentra en el estacionamiento de un hotel. 

—De acuerdo, vayamos a una habitación y quédemonos aquí por lo menos durante la noche. Nes, te trajimos un montón de cosas.

—Traje tus mermeladas favoritas —le hago cosquillas en el vientre ligeramente.

Ella suelta una suave risita. 

—Vamos... —Tartamudea.

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Ais.

Leslie.