My precious princess - Justin Bieber ~Spanish Version

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Nezther

Sostengo la parte inferior de la espalda de Justin con una mano y con la otra su mejilla. Él continúa sus movimientos y aparta sus labios de los míos.

—¿Estás bien?

Lo miro a los ojos, mi respiración es pesada.

—Sí —logro decir.

Uno de sus brazos se desliza debajo de mí.

—Te tengo, princesa —sonrío, cerrando los ojos y arqueando la espalda.

***

Apoyo mi cabeza contra el pecho de Jay, dibujando formas en su abdomen. Él besa mi cabeza.

—¿Quieres subir o quedarte aquí? —pregunta.

Le beso el pecho unas cuantas veces.

—¿Te duele la espalda? —miro hacia él.

—Un poco, pero estoy bien si quieres quedarte aquí abajo —dice sinceramente.

Cuando Justin y Jason me encontraron, me explicó que hubo un incidente. No explicó mucho, solo me contó cómo le hizo algo a algunas personas mientras yo no estaba y se lastimó la espalda.

—Lo que sea mejor para ti —beso su barbilla y sonríe—. No te quiero sufriendo.

—El dolor físico no es nada comparado con el dolor cuando te perdí.

Me acerco para frotar su espalda.

—Vámonos a la cama —digo cuando se estremece ante mi toque—. Te está doliendo.

Cuando él se acuesta, me siento en el borde de la cama.

—Bebé, ven a acostarte conmigo —gime.

Sonrío, inclinándome para besar sus labios.

—Lo haré en un minuto. Me pondré algo de ropa y esperaré a que Tanner llegue hasta aquí para mostrarme dónde está tu medicamento. Luego volveremos a dormir —le susurro.

Él agarra mis mejillas, jalándome para otro beso.

—No te vayas demasiado tiempo, babygirl.

Sacudo la cabeza mientras me visto.

—Nunca —me sorprendo cuando abro la puerta y me encuentro cara a cara con Tanner—. Woah... Mierda, no esperaba que estuvieras aquí —camino hacia el pasillo—. ¿Puedes mostrarme dónde están los analgésicos de Jay? Su espalda lo está molestando —sonrío inocentemente y él asiente.

—Por supuesto —me lleva a una puerta de un pequeño armario. Me da un frasco de pastillas—. Dos de estas cada cuatro horas hasta que se sienta mejor. No le des ni tres ni uno. Necesita tomar dos, no dejes que te convenza para subir o bajar la dósis.

Asiento severamente.

—Sí, señor.

Después de unas horas de sueño, decidimos levantarnos. Bueno, lo intentamos.

—Bebé, papi no puede en este momento —frunzo el ceño, frotándome la espalda. Me inclino y lo beso de abajo hacia arriba. Le beso la parte de atrás de su cuello un par de veces—. ¿Por qué no vas a ver si Jason está despierto?

Niego con la cabeza.

—Me voy a quedar aquí contigo —le susurro y abre los ojos.

—Está bien —suspira—. Ven aquí —levanta su brazo.

Me acurruco debajo de su brazo, contra su costado. Suelta un gruñido, tratando de ponerse de lado.

—Espera —me muevo un poco y me recuesto sobre mi espalda—. Bien, ahora puedes recostarte.

Pone su cabeza sobre mi pecho, su mano se posa sobre mi estómago.

—Gracias princesa.

Beso su frente.

—De nada, papi —lo acerco más a mí. Arrastra su mano arriba y abajo por mi costado.

—Eres tan dulce, babygirl —beso sus labios un par de veces.

—Ustedes son asquerosos —nos alejamos para ver a Jason de pie en la puerta.

Pongo los ojos en blanco.

—No, simplemente siempre apareces cuando nos estamos besando —resoplo.

Se encoge de hombros, una sonrisa aparece en su rostro.

—¿Te gustaría algo de privacidad?

—Sería bueno —digo bruscamente.

—Nah, me voy a quedar aquí —se deja caer en la silla cerca de la cama.

Alejo a Jay de mí con cuidado.

—Entonces ustedes pueden hablar —gruño mientras salgo de la habitación.

xxx

Leslie.