Capítulo nueve.

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Narra Victoria.

De repente escuché mi nombre y me desperté de mi sueño, era Aurora despertándome.

Me espabilé y me sentía mal por haber soñado con Diego y más cuando vi a Aurora lo contenta que estaba con él.

Salí al baño y me encontré a Diego como en mi sueño pero estaba cabizbajo, como si le diera vergüenza mirarme.

-Buenos días, Diego. – le sonreí.

-Buenos días, Victoria. – me dijo, levantó la mirada y la volvió a agachar rápidamente.

Este era el mismo Diego de siempre, el tímido, eso era lo que le hacía adorable, parecía tan inofensivo… Pero ayer me demostró que no había que cabrearlo, que podía defenderse bastante bien si lo cabreabas, la verdad es que Diego tiene muchas cosas por descubrir por lo visto.

Narra Diego.

Tras saludar a Victoria me fui rápidamente a la habitación a vestirme ya que no me había dado cuenta de que estaba con una camiseta y en calzoncillos, he pasado demasiada vergüenza con ella.

Escuché la puerta abriéndose, giré mi cabeza rápidamente hacia ella y vi a Aurora asomándose por la puerta. Seguía sin haberme vestido y vi que me miró de arriba abajo y se le escapó una risilla, yo no podía hacer otra cosa que reírme porque se había puesto colorada. Al verme reírme vino hacia mí y se tiró encima de mí, los dos nos caímos en la cama. La arrimé a mí y la besé, y ella me devolvió el beso y empezó a subirme la camiseta. En ese momento entró el hermano de Aurora.

-Hostias, perdón, perdón, seguir con los vuestro. – Dijo Carlos y se fue riéndose.

Los dos nos echamos a reír. Definitivamente  Aurora era genial, me gustaba y podría sacar a Victoria de mi cabeza, o al menos eso me gustaba pensar.

Salimos de la habitación y Aurora gritó para que lo escucháramos todos.

-Tengo planazo para esta noche.

-¿Cuál? – Preguntó Victoria interesada.

-Esta noche toca discoteca. – Dijo Aurora ilusionada.

-Por mí perfecto. – Dijo Victoria.

Yo simplemente asentí y sonreí a Aurora.

Llegó la hora de ir a la discoteca, estaba en la puerta de la casa de Aurora, llamé a la puerta y me abrió Carlos diciéndome que estaban a punto de salir. ¿Estaban? Intuí que Victoria también estaba aquí salió Aurora, iba preciosa, simplemente, iba con un vestido que le quedaba bastante bien.

Luego salió Victoria y no pude evitarlo, me quedé sin palabras, sin aliento, la miré de arriba abajo, estaba preciosa como siempre pero ese vestido azul a juego con sus ojos le quedaba demasiado bien.

Tragué saliva y conseguí hablar.

-Estáis muy guapas, chicas. ¿Nos vamos?

Ellas asintieron y nos fuimos.

Estábamos ya dentro de la discoteca. Lo primero que hicimos fue ir a la barra a pedirnos algo de beber. Yo no quería beber mucho así que me pedí una copa e intenté que me durara, ya que Aurora y Victoria ya iban por la segunda.

Cuando Aurora ya iba por la tercera ya se le notaba con el puntillo del alcohol y lo único que quería era sacarme a bailar, así que para no llevarle la contraria no me negué y me fui con ella a la pista a bailar con ella. Desde ahí pude ver a Victoria bailando con un chico muy pegada, no podía ver muy bien como era el chico pero me resultaba familiar. Vi que el chico la arrimó a él y la besó, Victoria estaba igual o peor que Aurora así que no sé si sabía muy bien lo que estaba haciendo.

Sin dejar de mirar a Aurora, intenté fijarme más en el chico que estaba con Victoria. Y lo vi, no podía creérmelo, no podía creerme que él me haría algo así.

Era Álvaro, mi mejor amigo, besándose con Victoria, ¿cómo me podía haber hecho esto?

En realidad yo estoy con Aurora y no debería importarme pero es que no puedo soportarlo y más siendo Álvaro el que se está besando con ella, es como si me hubiera traicionado.

Me acerqué al oído de Aurora y le dije que iba un momento afuera, ella asintió y siguió bailando. Me daba cosa dejarla allí sola en aquel momento pero no podía soportarlo y si no me relajaba me entraría el asma en muy poco tiempo.

Salí a la calle y me dio el aire frió en la cara, eso me sentaba bien. Estaba intentando asimilarlo todo, pero me sobrepasaba.

-Vaya, vaya, mira a quién tenemos aquí solo sin su amiguita, al héroe. – Dijo una voz tan familiar que con solo escucharla me daba asco.

¿Qué hacía aquí el también?

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 Holaaa, siento haber tardado tanto en subir el capítulo, estoy de exámenes finales y con poca inspiración. Muchísimas gracias por leer y ya sabéis cualquier cosa dejar un comentario, gracias de nuevo :3

Por si me olvidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora