"Canción Recomendada: Heavy // Linkin Park"
-¡Wendy Wendy! ¿Por qué?- Gritaba Jaz, la hermana gemela de Wendy, al contemplar la aterradora escena que ella tenía enfrente suyo.
Wendy su hermana, yacía en el piso del baño de su casa, cubierta de sangre y con unas heridas demasiado profundas en la muñeca izquierda. y debido a la descomunal cantidad de sangre, culpa de la hemorragia que se había producido se apreciaba una escena digna de la peor película de horror.
Jazmín vivía en un pequeño condado llamado "Kalt tré" dentro del estado de Vermont, Estados Unidos. El cual tenía una población de 5000 personas aproximadamente. Con frió e incesantes heladas.
Jaz sabía que Wendy llevaba en ese estado el suficiente tiempo, pues desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la tarde no se encontraba nadie en la casa, salvo por "maple" el gato gris que la tía Betty les había regalado a ambas chicas cuando cumplieron 15 años. Obviamente Wendy se había esfumado de la vista de su padre antes de entrar al colegio para no entrar y poder regresar a casa justo cuando esta se encontraba vacía.
Su hermana Wendy, ya no tenia ese tierno color rosado en su bello rostro, ni olía a su perfume de cereza que su madre le había dado en navidad. Esa chica se había ido para siempre y ahora ya había perdido su calor corporal. En lugar de ello, una piel pálida y fría, un cabello demacrado y una tina de baño que antes solía ser color beige se encontraba llena de este espeso liquido rojo que no se había terminado de ir por la coladera.
Los servicios de emergencia y sus padres llegaron dentro de la media hora próxima, pero claramente ya no pudieron hacer nada por la joven. Sus padres se encontraban destrozados y Jaz se intentaba de forma inútil contener el llanto mientras contestaba unas preguntas a los oficiales para completar su informe. Una psicóloga se acercó a Jaz al terminar y después de presentarse como la doctora Lilibeth (quien tenía unos 27 años de edad, era muy atractiva, con cabello castaño claro y muy amable) le aconsejó visitarla en su consultorio dentro del hospital local. Jazmín tomó nota (sin claras intenciones de volver a ver a esta mujer) arrugó el papel en la presencia de la doctora y lo metió en su pantalón.
Esa tarde y noche fue amarga, fue la peor para toda la familia. Alex, el padre (un hombre corpulento, blanco y de unos cuarenta años) se fue a la taberna mas próxima y desde esas horas hasta las once de la noche, aún no volvía a casa. Erica, su madre (una mujer de cabello negro, delgada y de unos 35 años) se encontraba en cama sollozando con el corazón roto sosteniendo una foto contra su pecho de su pequeña Wendy de meses antes.
Jaz no sabía que hacer, estaba claro que ambas hermanas tenían problemas, su familia no era la mejor y en la escuela tenían malas notas. (algo reciente en Wendy) Pero Wendy siempre había sido la bien portada, la obediente, la cumplida, ¡la favorita! Jaz no podía creer que fuera Wendy quien se quitó la vida.
Los siguientes días ocurrieron con una calma y silencio sepulcral en la casa. Tanto a Erica como a Alex, los padres de las chicas, les dieron en su trabajo (laboraban juntos) unos días para descanso psicológico. Pero ambos los rechazaron y siguieron acudiendo con un terrible gesto de pesar, tristeza, ira e impotencia en sus rostros. Esta pareja era adicta al trabajo. Por lo que fueron obligados a dejar de acudir al menos hasta que se celebrara el funeral de la joven.
El funeral ocurrió un sábado, 2 días después del suicidio de la joven. Jaz permaneció junto a el féretro toda la ceremonia. Con un vestido negro, lentes negros y un sobrero negro. Haciendo contraste con los clinex blancos con los que frecuentemente se limpiaba la nariz, ojos y boca.
-Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él- Jaz mientras escuchaba al Padre recitar una porción de la Biblia dijo para si misma...
-Hermana, siempre hicimos todo juntas, nacimos juntas, entramos a la escuela juntas, jugamos juntas, peleamos y reímos juntas. Hizo una pausa para mirar el cielo que comenzaba a nublarse mientras descendía una densa obscuridad. Se escuchó el lejano ruido de un trueno, como cuando está por caer una gran tormenta. Jaz concluyó diciendo... -Me haz dejado, pero no te preocupes hermana, se que aún estás conmigo... Y ahora nos iremos juntas-
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Manual Para Suicidas (Completo)
Misteri / ThrillerLa vida apesta. ¿Lo sabes? Se que lo sabes... Puedes sentirlo... Cuando sientes que esta vida no tiene sentido, cuando miras atrás y no has logrado nada. Cuando tus "amigos" solo ven que pueden obtener de ti. Cuando tu familia solo da problemas. Cua...